Comala
Historia y Patrimonio
La población de Comala forma parte hoy día de algunos de los lugares residenciales más cercanos al centro de Molina de Segura. Lo que durante años fue un paraje agrícola es hoy día una pequeña pedanía de población dispersa. El topónimo podría derivar del catalán, ya que existen varios emplazamientos en Cataluña que tienen este mismo topónimo. Coma en catalán es una depresión geográfica, un valle.
Sabemos que en 1860 formó una entidad de población con el caserío de La Espada, llamándose Comala y Espada, hasta que en 1900 pasó a conocerse únicamente como Comala. De la Historia documentada más reciente de Comala quedan las antiguas casas cueva, que a mediados del siglo XIX iniciaron la población en un amplio paraje, que queda al sur de la Sierra de la Espada. Estas casas fueron construidas por los mismos jornaleros que las habitaron, familias de agricultores que se solían desplazar a las vecinas Ulea, Archena y Fortuna para realizar su trabajo en las tierras de labor. Eran casas horadadas en la roca y completadas con portadas y algún habitáculo de mampostería, con hogares de leña, cocinas (orientadas todas al sureste), aljibe y pequeñas cuadras.
Además de la agricultura, los 300 habitantes que llegaron a ocuparlas se dedicaron también a la ganadería ovina y caprina, aunque con rebaños pequeños, además del ganado doméstico de cerdos, conejos o gallinas, que servía para su autoabastecimiento. Se añadía a la economía agrícola el trabajo del albardín, para la fábrica de lazos y cuerdas, y el del esparto, para la realización de alpargatas y utensilios varios, que luego se vendían a vecinos de otras localidades.
En Comala llegó a haber un caserío con almazara, lugar al que se enviaba la oliva recolectada en los campos cercanos. Cuando los jornaleros de Comala llegaron a ser propietarios de las tierras del lugar, su dedicación agrícola fue la del almendro, el olivo, la vid y el cereal.
Con los años las casas cuevas se fueron abandonando, hasta que Comala fue solo un paraje con algunos recuerdos de su actividad agrícola. Todavía a mediados del siglo XX había una pequeña población dedicada a las labores más tradicionales que, en los años 60' llegó a tener una escuela rural, hoy día cerrada. Hoy día Comala es una localidad con ámbitos dispersos de población residencial eminentemente agrícola, dedicadas sus tierras a cultivos de regadío por goteo como la nectarina, la ciruela, el albaricoque o el melocotón, y de secano como las vides.
Naturaleza
Comala está en una zona de transición entre las montañas de la sierras de La Espada, La Pila, Lúgar o El Águila que quedan al norte, y las tierras llanas del sur.
El paisaje de Comala ha cambiado en los últimos tiempos, pero lo más característico de la pedanía es su situación junto a la Sierra de La Espada y la Serreta de Comalica. Ambas muy interesantes desde el punto de vista geológico. En ellas se encuentran los complejos arrecifales más importantes de la Región.
A las sierras van unidas las ramblas y a estas los humedales a los que se está prestando atención por su importancia como ecosistemas que garantizan una alta biodiversidad. La vegetación que prolifera son los arbustos de porte arbóreo como los Tarais (Tamarix sp.) y especies de matorral como el Romero (Rosmarinus oficinalis), el Tomillo (Thymus vulgaris) o el Esparto (Lygeum spartum). Igualmente, en los taludes y laderas crecen de forma silvestre las Paleras (Opuntia máxima).
Este paisaje se une a otro bien distinto como es el de los cultivos de frutales. Los regadíos se han ido expandiendo y desplazan a la vegetación antes descrita.
Otra característica del paisaje de Comala son sus cuevas trogloditas, casas cueva con una antigüedad de 150 años, existían más de 50 aunque muchas ya han desaparecido. Estaban excavadas en las laderas cálcicas de los cabezos y orientadas hacia el sureste.
Economía
La economía de Comala está sustentada casi exclusivamente por la agricultura. Son muy numerosas las parcelas de labor productivas en estos momentos. Terrenos, en su mayoría, con cultivos de regadío entre los que destacan por su rendimiento y calidad las nectarinas, los ciruelos o los parrales. También se producen cultivos bajo acolchado como los melones, y aún perduran terrenos de secano, tradicionales en la zona, donde se cultiva el olivo y algo de almendra. Unido a esta actividad, también hay algún pequeño almacén de transformación agrario.
No obstante la localidad se ha abierto, al igual que otras vecinas, al turismo rural. En Comala podemos encontrar la casa rural Gil Torrano una casa de nueva planta con decoración rústica. La cercanía de las sierra de La Espada, de Lúgar o de La Pila resaltan el interés turístico del paraje desde el punto de vista ecológico.
Datos Generales
Código Postal: 30627
Origen: Siglo XVIII
Altura media: 220 m
Habitantes: 127
Superficie: n/d
Centro de Salud
Domicilio: C/ Fenazar S/N - 30627 Fenazar, Molina de Segura
Teléfono de cita previa: 968629660
Urgencias: SUAP de Molina
Gastronomía
La localidad de Comala tiene una gastronomía semejante a la que se puede degustar en el campo de Molina. Tierra agreste pero a la vez surcada de huertos de frutales y olivos los productos de la huerta están presentes en los platos de esta localidad.
Hortalizas, carnes, embutidos son los protagonistas de la cocina de Comala, y los embutidos, especialmente en la época de matanzas, aunque, hoy en día, se disfruta de ellos todo el año.
Los guisos de carne, como los estofados, los asados o los potajes de legumbres y verduras, así como los hervidos de hortalizas y los fritos se alternan junto con las tradicionales migas y los arroces.
Su cercanía a las sierras de La Espada y Lúgar hacen de esta pedanía una zona de caza menor, liebres, conejos y aves que son elaboradas en populares recetas como las perdices estofadas o el conejo a la cazuela.
Fiestas
Comala no tiene fiestas locales propias. Celebra junto al resto de vecinos de Molina las de la propia Molina de Segura, las dedicadas a la Virgen de la Consolación, patrona del municipio.
Las fiestas de Molina, que se extienden durante la primera quincena del mes de septiembre ofrecen cada año una apretada agenda de citas culturales, religiosas, deportivas y festivas, que congregan a molinenses y visitantes en todas las calles, plazas y parques de la localidad.
Entre los actos más queridos por los molinenses destaca el Concierto Virgen de la Consolación, la Ofrenda Floral, el Festival Internacional de Folclore, el Desfile de Carrozas y la romería de la Virgen de la Consolación.
Pero Comala tiene también una relación estrecha con las fiestas de El Fenazar, dedicadas a la Virgen de los Ángeles. No en vano, durante la consagración de la patrona de Fenazar, los vecinos de Comala celebraron de una manera significativa la primera Romería de la Virgen. En una de las casas cueva dispusieron un altar engalanado en su puerta para recibir el paso de la advocación.
Las navidades eran también momento de celebraciones para los vecinos, con el aporte gastronómico de los dulces navideños, así como el otoño era el momento de la realización de los embutidos de cerdo, sin ser fiestas al uso, todos estos eventos eran dignos de celebración por parte de los vecinos.