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MUNICIPIOS

Lichor

Historia y Patrimonio

Vista de LichorEscudo de Ricote  Lichor es un paraje del Campo de Ricote, en el que priman los cultivos de secano de almendro. Apenas algún caserío decimonónico reformado aún mantiene a algunos vecinos en el lugar. Estas residencias quedan dispersas por montículos y zonas llanas.

  Desconocemos la Historia concreta de este paraje, pero del campo de Ricote. La aldehuela de Lichor sería una localización más de agricultores, dedicados al cultivo de estas tierras. La Historia de Ricote, por el contrario, es muy conocida en su etapa medieval, que podríamos calificar como el comienzo de la población de Ricote que hoy día conocemos, si bien la situación geográfica habría variado con los siglos. Las primeras menciones al Castillo de Ricote son del siglo IX, lo que significaría que el lugar sería desde la época medieval uno de los enclaves más importantes de la cora de Tudmir, unidad administrativa creada en el territorio murciano tras la invasión de las tribus árabes.

  El valor estratégico de este hisn fue muy relevante y ha quedado recogido en documentos históricos de época medieval. La fortaleza vivió dos revueltas importantes, la de finales del siglo IX, contra la dominación omeya, y la de 1227, en el que Aben Hud se alzó contra el poder almohade, logrando la conquista del territorio murciano, que estaría bajo su mandato durante diez años. Pacificado ya el territorio y conquistado en el XIII por la Corona castellana, el Rey Sancho IV donaría a la Orden de Santiago Ricote, que quedaría bajo su administración hasta el XIX.

  Durante la Edad Moderna fueron otros los episodios históricos destacados en Ricote y su Valle. Tras la conversión forzosa de los mudéjares en el siglo XVI, la población de moriscos sería obligada a abandonar estas tierras en 1614, pocos años después del decreto de expulsión firmado por Felipe II. La Historia del campo de Ricote que conocemos hoy puede estar más relacionada con el devenir del municipio en el siglo XIX, momento en el que se subastan muchas de las tierras propiedad de la Encomienda de Santiago y pasan a manos de nuevos latifundistas, que las dedicarían a cultivos de secano tradicionales, cereal y olivo, y a las nuevas posibilidades del almendro y la vid. La vida de los habitantes de este campo giraría en torno a su agricultura y al escaso ganado de autoconsumo que se diera en la zona.

Economía

Flor del limonero    Esta es una de las áreas menos pobladas del Campo de Ricote y con menor actividad desde el punto de vista económico. La agricultura es, fundamentalmente, la principal labor que se desarrolla en Lichor. En el caso de esta pedanía encontramos cultivos de secano, los mayoritarios en el municipio de Ricote (el 90% de las tierras cultivadas), y algunos cultivos de regadío. Estos últimos, aunque son pocas hectáreas, se encuentran en el área limítrofe con el municipio de Blanca. El regadío garantiza unas mayores producciones y la posibilidad de cultivar especies más rentables como son los frutales de hueso y los cítricos pero la escasez de agua los limita a las zonas más cercanas a la vega. No obstante, el cultivo predominante en la zona es, como en el resto del campo de Ricote, la almendra, cultivo de secano.

    Las mayores producciones de cítricos son las de limón, seguidas por las de mandarina. La producción de fruta de hueso se la reparten a partes iguales albaricoque y melocotón.

Gastronomía

Preparando Olla de Cerdo    La gastronomía de las zonas de campo ha estado caracterizada por los pocos recursos del lugar y la utilización de elementos básicos, éstos eran proporcionados por un ámbito rural en el que predominaba una economía de subsistencia. Se cultivaban cereales como la alfalfa o la cebada para dar de comer a los animales criados en la casa, que a su vez proporcionaban la carne con la que cocinar platos de muy diversa elaboración, desde estofados hasta salsas. Las legumbres, alimentos de larga conservación, y el arroz junto con las conservas vegetales son otros de los elementos fundamentales de esta cocina.

    Muchos de los platos de esta cocina tradicional se conservan en nuestros días con ligeras variaciones. Las migas, los michirones, los potajes de acelgas, las ensaladas de lizones, el arroz con habichuelas o la olla de cerdo, también conocida como olla fresca, son algunos ejemplos. Todos estos platos tienen un buen acompañamiento en el vino de Ricote, vino que aún se elabora artesanalmente en bodegas del municipio.

Naturaleza

Monte Bajo y Matorral    Lichor queda ubicada en un área cercana a la Sierra de Ricote, situada al sur. Se caracteriza por lo agreste de su paisaje. Lomas, barrancos y ramblas surcan este territorio del Campo de Ricote. Destaca la  Rambla de Lichor que se une a la de Las Multas en el límite con los Tollos, pedanía del municipio de Blanca, y el Cabezo de Patras, punto en el que limitan los municipios de Abarán, Blanca y Ricote. En este entorno, con una vegetación natural escasa en la que abunda el matorral mediterráneo, destacan los cultivos de almendro y, sobre todo, los frutales de hueso y los cítricos en las pocas tierras de regadío de la zona, que quedan más próximas a la Vega del Segura.

    La Sierra de Ricote es la que domina estos parajes hacia el sur,  en ella abundan los pinares de pino carrasco (Pinus halepensis) y algunas manchas de carrascal. En las zonas más rocosas destacan los sabinares y lastonares. Son abundantes también los coscojares, retamales y romerales.

    Las especies de aves rapaces, aunque no son las más abundantes, sí que son las más espectaculares. La presencia del búho real (Bubo bubo) y del halcón peregrino (Falco peregrinus) ha determinado que esta sierra, junto con la de la Navela, sea declarada zona ZEPA.