El Escobar es la segunda pedanía más extensa de Fuente Álamo. Se encuentra situada en las estribaciones de la Sierra de Carrascoy, a 29 km de Murcia y a 6 de Fuente Álamo.
El pueblo se asienta sobre una zona escarpada en la que sobresale la iglesia parroquial, que data del siglo XVII, y que fue reformada durante la década de 1950. Dada su situación geográfica, alejada de vías importantes de comunicación, por sus calles se respira una inmensa sensación de paz y tranquilidad.
El origen de El Escobar se remonta a la Edad Media, época en la que, al parecer, los musulmanes construyeron un pequeño abrevadero en el actual núcleo urbano. Durante los siglos XVI y XVII la población aumentó con la llegada de personas que se hicieron con la propiedad de las tierras.
Durante muchos años, los habitantes de El Escobar vivieron de la agricultura y de la ganadería, pero en la década de 1960 se produjo un importante descenso demográfico.
En la actualidad, la producción agrícola se reduce, casi exclusivamente, a la almendra, aunque también se cultivan de forma esporádica productos como la vid o el melón. El aprovechamiento del agua ha sido una constante en esta pequeña pedanía en la que todavía hay en pie 15 aljibes.
Desde hace unos 20 años se explota una cantera de arena en el Puertecico, a unos cuatro kilómetros de la localidad, aunque la mayoría de los escobareños son personas jubiladas que gustan de jugar a las cartas o al domino en la calle, aprovechando el clima de sosiego que se respira en el pueblo.
Cualquier momento es bueno para pasear por El Escobar, pero tal vez la mejor ocasión sea a finales del mes de junio, cuando la localidad celebra sus Fiestas Patronales en honor a San Juan Bautista, en la que participan todos los vecinos.