En el municipio de Alcantarilla, dando a la carretera que conduce a Murcia, se encuentra esta chimenea de la antigua fábrica de Jabones de Eduardo Pagán.

Una chimenea de casi veintidós metros de altura que conserva prácticamente toda su estructura y que se corresponde con los primeros modelos de chimeneas industriales llevados a cabo en Murcia.

Esta chimenea es de sección octogonal, con pedestal y zona para horno de sección cuadrada, muy parecida a una de las más antiguas, la del empresario Antonio Miñano.

Una de las características más destacables es la utilización de ladrillos de canto rodado en la zona de la corona ¿cúspide de la chimenea- y en el pedestal.

Hasta los años setenta del pasado siglo se conservó el pararrayos que solía coronar todas estas construcciones, pararrayos que, a modo de veleta, tenía en forja las iniciales E.P., referidas al dueño de la industria.

Datos de Interés

Como cada una de las chimeneas que se pueden apreciar en la región sus motivos decorativos son únicos, destacando la forma de la corona o boca de la chimenea así como el suave biselado del tronco de la estructura.

La técnica constructiva y las trazas de la chimenea, así como la fecha de fábrica indican que muy probablemente fue un equipo de obreros francés y catalán el que se encargó de la realización de esta estructura. El detalle de los ladrillos de canto rodado avala especialmente esta teoría.

Estos equipos de trabajo foráneos utilizaban a obreros locales que con el tiempo irían aprendiendo las técnicas de construcción y acabarían por organizar sus propios equipos de construcción y sus propios diseños.

El empresario murciano Eduardo Pagán Madrid instaló su primera fábrica de jabones en la calle Cuesta, en torno al año 1900. Más tarde se trasladaría la producción a la carretera de Murcia, cerca de la fábrica de Florentino Gómez. Y en esta última localización se producirían los jabones con las conocidas marcas de La Mariposa y Espumas Mil.