La Torre Rojano se localiza en la calle que lleva su mismo nombre dentro del importante casco histórico de la ciudad de Lorca.

Se trata de una de las torres de la antigua muralla de la madina islámica de Lorca, construida en época almohade, a finales del siglo XII  o principios del siglo XIII. Era un recinto defensivo exterior que protegía la población urbana; en lo alto de la cumbre del Cerro del Caño, donde en la actualidad está el Castillo, había otra muralla que protegía los edificios administrativos y militares que había en la alcazaba.

Actualmente se presenta prácticamente exenta por sus cuatro frentes, es decir, totalmente separada de los que son los lienzos de muralla.

La muralla islámica original estaba reforzada con numerosas torres similares a las de la calle Rojano (otra parecida fue excavada en la calle Cava); en época cristiana se repararon e  incluso se le añadieron otras nuevas.

Las torres eran algo fundamental para el buen desempeño de las funciones que debían cumplir las murallas: por un lado, servían como elemento defensivo por excelencia y, por otro, daban mayor estabilidad a la construcción muraria.

Este tipo de construcciones sobreviven hasta época moderna cuando, en un período -el de los Austrias- marcado por la estabilidad institucional, va a provocar que muchas de las murallas que protegían las ciudades medievales españolas se desmantelen (había desaparecido prácticamente el peligro de ataques externos tras la caída del Reino de Granada)  por lo que muchas se venden o arriendan por parte de los concejos a ciudadanos particulares, que las van a usar como casas, palomares, establos, etc.