La Torre del Rico es una construcción defensiva construida en el último tercio del siglo XVI para facilitar la repoblación de los campos circundantes. Se trata, por tanto, de una edificación levantada con una intencionalidad muy concreta. Por un lado, dar seguridad a pastores y agricultores en caso de peligro, y, por otro, como símbolo de poder de su propio dueño sobre sus tierras y colonos.

     Fue restaurada en el año 2000 para usos sociales y culturales, por lo que presenta un excelente grado de conservación y permite que hoy se pueda contemplar un magnífico ejemplo de fortificación rural moderna.

     Fue declarada monumento histórico artístico el 24 de septiembre de 1982, y hoy se encuentra declarada Bien de Interés Cultural por la Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español.

     Esta fortificación se localiza enclavada sobre una suave loma que controla una extensa llanura delimitada por la sierra del Carche. Al lugar, hoy un caserío que recibe el nombre de la construcción defensiva, se llega por la carretera comarcal 3213, que comunica Jumilla con Novelda.

     Allí, la torre es la construcción más significativa, y su fachada mayor preside una pequeña plaza que permite contemplar los elementos más importantes de esta singular fortificación. Los accesos a sus exteriores resultan muy fáciles, aunque por lo general su interior suele estar cerrado para su mejor custodia.