En las faldas de la Sierra de Quibas, a ambos lados de una sinuosa carretera, que une la comarcal Pinoso-Fortuna y la de Jumilla-Murcia, encontramos un pequeño núcleo urbano formado por viviendas diseminadas, llamado La Zarza.

Esta pedanía posee montes cubiertos por frondosos pinos, que forman un bonito paisaje. Zona de gran riqueza cinegética, esta sierra ha sido muy apreciada por cazadores, actividad a la que se han dedicado sus gentes junto a la ganadería, sobre todo ovina y caprina,  sin olvidar la agricultura, la mayor cantidad de viñedos de Abanilla se encuentran en los alrededores.

De estos montes y parajes también se obtenía una gran cantidad de esparto para la desaparecida industria del "cofín".

De aquí se ha creído siempre que es la madera del retablo del altar Mayor de la Iglesia Parroquial de San José, y en el siglo XVIII, se suministró madera también al Arsenal de Cartagena.

Otro hecho que ha hecho de esta una zona de vital importancia ocurrió a mediados del siglo XVIII, se produce un incendio en la Sierra, y con la subasta del  carbón se pudo concluir las obras de construcción del Ayuntamiento.

En las sierras del Cantón y de Quibas existen importantes canteras de mármol de gran calidad.

En el centro de esta pedanía, en una zona elevada, inmediata a la carretera que la cruza, se sitúa una sencilla ermita, la de Santa Ana.

Descripción

Una lápida de mármol situada en la fachada nos dice que fue construida el quince de julio de 1588.

Nos encontramos con una construcción de pequeñas dimensiones, elevada sobre pedestal al que se accede por tres escalones.

De planta rectangular y cubierta con tejado a dos aguas, los únicos elementos que sobresalen son unas pequeñas capillas, en ambos laterales, como si fueran un diminuto crucero.

En el lado derecho tiene adosada una pequeña estancia, probablemente la sacristía.

De la fachada principal no cabe destacar más que la pequeña espadaña de un solo vano en el que queda suspendida la campana, enmarcada con dos pináculos. Toda la Ermita aparece pintada en un llamativo color rosa, que la hace destacar sobre el fondo verde de la vegetación.