La parroquia de San Pedro como tal, ha venido funcionando desde la Edad Media, aunque el actual edificio es posterior. Se empezó a construir a principios del siglo XVII y fue rehecho una vez iniciado el siglo XVIII. Predomina el geometrismo y la presencia de molduras convexas que forman recuadros y enmarques mixtilíneos.

La fachada principal pertenece al tipo tradicional heredado del Renacimiento, desarrollado y adaptado por el barroco, como demuestran los bocelones que enmarcan puertas y ventanas. Con ornamentación barroca, figura el escudo pontificio, y se corona con las esculturas de San Pedro y San Pablo. En su interior hay varias esculturas de Salzillo y Roque López, así como cuadros de Senén Vila.

Arquitectura

La distribución en planta de la iglesia de San Pedro responde a la tipología característica de las iglesias murcianas en esta época, de una sola nave con capillas laterales entre contrafuertes y comunicadas, crucero y cabecera recta, inscrito todo en un rectángulo.

En alzado destaca la cúpula con molduras mixtilíneas sobre el crucero y volteada sobre pechinas decoradas con pinturas, reposando el casquete semiesférico sobre una cornisa. Los tres tramos de la nave, y sus correspondientes capillas laterales a las que se accede a través de arcos de medio punto, están marcados mediante pilastras y retropilastras que se prolongan en la bóveda en arcos fajones.

Al espacio central de la nave, sobre las capillas, se abren tribunas con balconcillo que dan paso a un entablamento, encima del cual se levanta una ventana en cada tramo.

Como dato técnico citar que en 1611 Diego de Ergueta se compromete a hacer las dos fachadas del templo (Archivo de Protocolos de Murcia), y  parece ser que en 1612 trabajó en esta fachada Melchor de Vallés.

Titularidad: Diócesis de Cartagena.

Periodo: ss. XVII-XVIII.

Estilo: Barroco.