CRÍTICAS

| Nano de Jerez | Curro Piñana | Miguel Poveda | El Pele y Vicente Amigo | Enrique Morente | Julián Estrada | Arcángel | Diego el Cigala | El Rampa | Portman: A la sombra de Roberto|

NANO DE JEREZ: ALRREÓ DE LA FRAGUA

Paco Vargas

    'Alrreó de la fragua'  tiene su origen en un disco promocional que el cantaor grabó para la inauguración del hotel Alcora en Sevilla hace unos nueve años. "Lo tenía en una carpeta y pensé que era una pena no sacarlo al mercado. Así, lo que hemos hecho es añadirle unos cantes más y que todos giren en torno a esa vida en la fragua'. Cantes como las seguiriyas y los martinetes, junto  a los tientos, un amplio repertorio por bulerías, unos fandangos y unas soleares de Alcalá componen los ocho temas del disco editado por el sello andaluz Pasarela. "Estoy muy satisfecho con el resultado porque yo soy una persona muy exigente para mí, pero suena muy bien". Nano echa la vista atrás, a los antiguos, para acordarse de Antonio Mairena, "son letras dedicadas al maestro, que también se crió en la fragua", de Borrico de Jerez, "que me acuerdo mucho de él"; y, naturalmente, de su padre Tío Juane. "No soy un cantaor seco, más bien alegre y por eso conecto con la gente. También, uno cuando sale a cantar, ve al público y lo va tentando. Por ejemplo cosas que canto en Cádiz como 'El bombero' (unas chuflas por bulerías que borda como nadie) no las hago en otro sitio porque no las entenderían. Pero aquí me siento muy querido y muy respetado, también es mi tierra. Además, yo vengo de la saga de Adela la del Chaqueta  y por tanto tengo mucha familia en Cádiz."

    Nombre artístico de Cayetano Fernández González, Nano de Jerez nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1948. Cantaor y bailaor, es hijo de Tío Juane y se inició en los espectáculos Jueves Flamencos, dirigidos en su tierra natal por el guitarrista Manuel Morao. Seguidamente pasó a los tablaos de Sevilla, entre ellos Los Gallos y La Trocha. En 1977 grabó su primer disco, acompañado a la guitarra por Félix de Utrera, realizando a continuación una gira por Japón, formando parte de un elenco flamenco. En el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, en 1980, consiguió el premio Niña de los Peines por bulerías. En la actualidad, y desde hace años, alterna sus actuaciones cantando para bailar, faceta en la que es un especialista, con sus recitales y participaciones en peñas flamencas y festivales andaluces. En 1987, recorrió la provincia gaditana, junto a su padre y su hermano El Gordo, con el espectáculo titulado  'La Fragua del Tío Juane'. Además del premio reseñado, hay que señalar otros cuales son los conseguidos en concursos celebrados en Ronda y Algeciras, así como la Copa de Jerez, otorgada por la Cátedra de Flamencología, en 1971.

    En esta última entrega flamenca, Nano se acompaña del compás de las palmas y las guitarras de Fernando Moreno, Paco Moreno y Rafael Núñez, además del saxo y la flauta de Javier Montero, el clarinete de Francisco González, el bajo de Juan Rosado y la percusión de José de los Santos y José Domingo González. "Bueno, en las bulerías hemos metido un poco de flauta y un cajón bajito, mientras que el segundo cante del mismo palo tiene el sello propio de Jerez, esa cosa de nosotros".

    Con media vida de cante profesional a sus espaldas, varios discos en el mercado y aún con muchas fuerzas para seguir adelante, Nano se siente satisfecho y agradecido "Hoy en día cuesta mucho trabajito sacar un disco de flamenco porque el mercado está muy saturado y tampoco está en su mejor momento". A pesar de todo, el cante de Nano es ya universal 'este verano, exactamente del 29 de julio al 8 de agosto, el jerezano ha sido requerido por la Junta de Andalucía para participar en una semana dedicada a nuestra tierra en Japón-. "Supongo que habrá cambiado mucho pues yo estuve dos veces allí pero en los años setenta". Y, además, estará en Cádiz, en los Jueves Flamencos de la Peña Flamenca Enrique el Mellizo, y está prevista una gira por distintos puntos de nuestra geografía con un espectáculo, que se titula 'Alrreó de la Fragua', el mismo nombre del disco, en el que participan también Alonso Núñez 'Rancapino' y Vicente Soto 'Sordera'.

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CURRO PIÑANA: DE LA VIGILIA AL ALBA

    Si Antonio Piñana, padre pudiera ver la obra de su nieto Curro sería el hombre más feliz. La herencia del viejo maestro se ha transmitido magistralmente y Curro, además, ha creado una forma propia de cantar, donde abundan los melismas y las caídas a tonos menores.

    Curro es consciente de las pocas oportunidades que el mercado ofrece a los artistas flamencos para editar un disco, por ello se ha volcado artística y emocionalmente en 'De la vigilia al alba'.

    El éxito de 'Lágrimas negras' posiblemente haya motivado la inclusión de 'La milonga de  Albornoz', sobre letras de J.L.Borges de su libro "Para las seis cuerdas",  con ritmo de bolero y no con otro palo más flamenco, pues hace tiempo que el cartagenero quería grabar esa letra. Los arreglos de este tema han sido de Chema Vilches, resultando un bellísimo tema, acabado con delicadeza; la adaptación del libro al cante ha sido del poeta cartagenero Juan de Dios García.

    Curro es un cantaor serio, racional, que controla su cante, preciosista y barroco a la hora de interpretar los temas. La nana y la malagueña así lo demuestran con variados altibajos melódicos. Con el homenaje a Mariana Pineda recupera un palo muy poco frecuente, la mariana, que solamente Jesús Heredia y José Menese han grabado en los últimos años. Este tema es una de las cumbres de la obra.

    Al ser de Cartagena, Piñana no podía dejar pasar los cantes de levante. Así encontramos una taranta personal y la conjunción de una murciana y una levantica, ésta última popularizada por su abuelo en los años setenta; en la voz del nieto gana en matices.

    Curro se hace acompañar de su hermano Carlos y de otro gran guitarrista catalán: Juan Manuel Cañizares. Carlos destaca sobre todo en la guajira, que Curro interpreta de forma cercana a las más primitivas.

    Al fin Curro aprueba su asignatura pendiente: el compás. Resuelve unas típicas cantiñas  gaditanas con su particular forma de interpretarlas: cayendo a tonos menores para, además, rematar con un mirabrás. La bulerias con Chano Lobato son una alegre forma de cerrar un disco variado y atrevido que debe situar a Curro Piñana como abanderado de la nueva generación de cantores: Arcángel, Estrella Morente, Julián Estrada, etc.

    Los aficionados de la Región tenemos la suerte de que RTVE y la CAM se hayan convertido en los mecenas del flamenco murciano. Así, el primer disco de Curro Piñana 'De lo humano y lo divino' y la única obra de El Rampa vieron la luz gracias a su patrocinio.

    Esperemos que esta obra tenga la repercusión que su calidad merece para que Piñana tenga una continuidad discográfica y profesional.

    Otra reseña en

    http://www.jondoweb.com/novedades/delavigilia_curropinana.htm

        Saetas

    Se reedita el segundo disco de Curro Piñana, editado originalmente en 2001 por la Consejería de Cultura de la Región de Murcia, para fortuna de los aficionados. Aquí, Curro interpreta diversos estilos de saetas, algunos de ellos a punto de desaparecer, mostrándose muy maduro y dando lo mejor de su melodiosa voz, a la espera de dar el paso definitivo con una nueva obra que suponga su consagración como abanderado de una nueva generación de cantaores. Se hace acompañar de la guitarras de su hermano Carlos y de su padre Antonio, ademas de la banda de Infanteria de Marina. 8/10

    Otra reseña en:

    http://www.el-mundo.es/laluna/2004/263/1080832067.html

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   MIGUEL POVEDA: POEMAS DEL EXILIO

    El catalán es la mayor y mejor realidad del flamenco actual, con el permiso de Enrique Morente y Carmen Linares. Desde que en 1993 arrasara en el Festival del Cante de las Minas de la Unión, Poveda ha crecido musical y creativamente. Ya no se conforma con interpretar, magistralmente, ecos y temas clásicos, sino que se atreve con una Suite para voz flamenca y, además, en directo.

    La primera audición puede sonar rara, pero a medida que escuchamos de nuevo, los temas se engrandecen, la repetición de acordes de instrumentos ajenos al flamenco cobran nuevo sentido en la increible voz de Poveda. El cantaor desarrolla melismas alejados del flamenco, pero que irremediablemente te llevan a él. Enrique Morente es el referente más cercano con su Alegro, soleá y fantasía del cante jondo. Y con el tiempo igualará al maestro granadino.

    Ya en la interpretación de unas livianas en su anterior obra, Zaguán, veíamos la capacidad dramática y expresiva de Poveda, su facilidad para movernos emociones. Aquí, acentúa esos momentos dramáticos como si de una obra lírica se tratara.

    El  gran poeta gaditano Rafael Alberti sirve de base e inspiración con las tristes letras de dos poemarios que escribió en su exilio argentino- 'Entre el clavel y la espada' (1939-1940) y 'Baladas y canciones del Paraná' (1954)-  para esta nueva transgresión del flamenco ortodoxo, que, quizá, suene demasiado "rara" al aficionado más tradicional.

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   EL PELE Y VICENTE AMIGO: CANTO

    El guitarrista cordobés Vicente Amigo además de realizar obras en solitario como La ciudad de las ideas, se ha dedicado en los últimos años a rescatar del olvido a cantaores. El primero, y exitoso, fue José Mercé con Del amanecer; la segunda fue Remedios Amaya con Me voy contigo, ambas obras de  indudable valor comercial pero de dudosa calidad (aunque sirvieron para acercar a mucha gente al flamenco). Ahora le toca el turno a Manuel Moreno Maya, El Pele. Este artista ha estado un tiempo apartado del cante, y ese detalle se deja notar en el disco. El Pele no está, en el momento de la grabación, en su mejor momento vocal. Además, la elección de temas y su producción se basan en palos rítmicos, ligeros y con coros acaramelados (rumbas, alegrías,bulerías...). La guitarra de Amigo, sin llegar a ser brillante, sí destaca porque  el cordobés tiene talento tiene a raudales.

    Un disco decepcionante a pesar de su elevado número de ventas.

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    ENRIQUE MORENTE: EL PEQUEÑO RELOJ

    Tras cuatro años desde Lorca, el gran creador del flamenco actual vuelve a apostar por ofrecer un producto arriesgado y distinto a lo que cualquier otro artista puede mostrar.

    Hace muchos años que a Enrique Morente las palabras "pureza", "jondura" u "ortodoxia" se le quedaron pequeñas y desfasadas. Su mente inquieta y su talento creador (algo que muy pocos flamencos tienen) no le permiten repetir lo mismo que la mayoría de sus compañeros de profesión vienen haciendo desde hace décadas. Necesitaba expresarse por otras vías partiendo de lo que ha mamado: el flamenco. Su último disco es flamenco porque en este arte musical tiene sus raíces: la guitarra, los giros vocales y los homenajes a los grandes guitarristas así lo demuestran. Homenajes a Ramón Montoya, Sabicas y Manolo de Huelva superponiendo su voz actual a grabaciones pasadas de estos genios. Aunque estas canciones resultan al final estimables, incluso emotiva esa "Caña del tio José el granaíno", chirría por momentos pues no se acoplan a la perfección a pesar de los avances tecnológicos. El paso del tiempo es el tema central de esta obra y una obsesión para Morente desde siempre. Su mania por transgredir el paso lento del flamenco y de retomar la pureza cuando sus detractores menos lo esperaban así lo demuestran (Homenaje a D.Antonio Chacón y Morente-Sabicas). Y aquí hace lo mismo, creando un disco variado y heterogéneo donde se puede resumir toda su carrera: pureza y vanguardia, cariño por las costumbres y ambición creadora.

    Las apuestas musicales más atrevidas son dos temas que recuerdan el aire misterioso, lento y sincopado de Omega: "El pequeño reloj" y "El reloj molesto" (con base rítmica de Carlos Jean), más conseguido el segundo que el primero. Pero estos dos temas se quedan atrás por otra gran apuesta: poner su voz y letra a un tema de Beethoven ("Alegato contra las armas"). Su voz queda sugerente y hermosa aunque la letra es algo simple y roza lo panfletario a pesar de defender los derechos de los niños. Este apartado de crítica social también está presente en el tema que dedica a Lula, presidente de Brasil ("El reloj molesto"). Otra constante en su larga trayectoria es adaptar al cante textos poéticos, esta vez le toca el turno a León Felipe y a Bécquer.

    En resumen, una obra que simboliza todo lo que Enrique Morente representa para la música española pero que no acaba de ser redonda por querer abarcarlo todo a la vez y no terminar de definirse musicalmente.

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    JULIÁN ESTRADA: UN MUNDO NUEVO  

    El esperado segundo disco del cordobés Julián Estrada no disminuye el alto nivel alcanzado por su primera obra Reflejo de luna y sal (1999). Aquí vuelve a combinar el flamenco clásico con el vanguardista y vuelve a interpretar palos menos flamencos como una nana y una canción bulería (una balada) acercándose a la canción popular pero recubriéndolas con el especial toque de su voz, una de las más personales del flamenco actual. Estrada quiere volver a emocionarnos mostrándose sensible en la interpretación de unas letras que hablan, practicamente en todo momento, del amor en sus diferentes variantes ( pasión, amistad, amor paterno...). La fuerza y la peculiaridad de su voz están sabiamente acompañadas por la creativa guitarra de Manuel Silveria, músico que le acompaña en la gira. El problema estriba en la interpretación de unas alegrías típicamente gaditanas. Ya en su obra debut se observó su dificultad para interpretarlas y ahora vuelve a equivocarse.

    En este disco se muestra más lírico y menos contundente que en su ópera prima a pesar de no adaptar letras de poetas, pero aún podemos disfrutar de su poderosa voz. No se lo pierdan en directo.

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    ARCÁNGEL

    Tras cantar en el grupo de Eva la Yerbabuena debutó con grandes expectativas, las cuales sólo han cuajado a medias. En todos los temas aparecen unos fastidiosos coros que dan al traste con la gran calidad interpretativa de Arcángel. Su voz es clara como el agua, diáfana, cristalina, lo que ayuda para matizar estrofas difíciles, pero no consigue graves interesantes. Le podemos encontrar ecos de Valderrama pero también los melismas barrocos de Morente.

    Debería haber arriesgado un poco más pero el valor comercial ha superado al artístico. Aún así, interpreta magistramente los tangos ("Dame limones"...) y el magnífico fandango "Huelva existe", donde con una letra amorosa aprovecha para reivindicar su tierra. Arcángel es una de las voces del futuro y su disco debut se deja escuchar con una facilidad y alegría pasmosas, tal y como está el actual panorama.

    La Calle Perdía

    Arcángel ha fichado por una multinacional. Ésta busca vender cientos de miles de copias, algo harto difícil si de flamenco hablamos. Pero van camino de conseguirlo. Se pretende un nuevo José Mercé. El timbre de la voz y la actitud personal es otra, pero el resultado es similar: bulerías, alegrías, tangos y rumbas con estribillos pegadizos y agradables, delicadamente interpretados y producidos, aunque a veces se acerquen demasiado a los sonidos de la copla.

    Pero en su voz resuenan ecos ancestrales, personalísimos, que arropan con calidez las composiciones de Juan Carlos Romero y las suyas propias. Además, encontramos variaciones con respecto a su álbum debut. Sigue renovado el fandango con "La calle perdía", interpreta una personal malagueña en "Carril de San Miguel" y una hermosa y reivindicativa toná. Pero sobre todo renueva la soleá en "Los aires llevan mentiras", mostrando una sensibilidad y un fuelle vocal que emocionan. Estos estilos más "jondos" cuajan plenamente en la voz de Arcángel, los hace suyos. Y este es el camino que debería haber seguido en toda la obra

    Por ello, el resultado es desigual. En la próxima debería coger él las riendas.

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    DIEGO EL CIGALA. TEATRO REAL

    Diego el Cigala es, junto con Duquende, el máximo exponente de la escuela de Camarón, y eso puede ser un elogio o una losa. Pensamos que es lo segundo porque esto impide desarollar una voz propia, un estilo personal. En su obra Corren tiempos de alegría, el madrileño se desenvuelve bien en palos rítmicos como las bulerías y las alegrías pero en esta obra en directo repleta de palos más tristes y expresivamente mas íntimos (soleás, tarantas...) no termina de transmitir ni de emocionar. Además, el guitarrista Niño Josele no muestra la genialidad a la que nos tiene acostumbrados. Es una obra desangelada y falta de duende.

    Su última obra en estudio, Lágrimas negras, en colaboración con el pianista cubano Bebo Valdés  ha colmado las expectativas, pero no es flamenco. Sin duda, Diego tiene cualidades, pero debe pulirlas para llegar a ser un gran cantaor.

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    EL RAMPA: DESOLACIÓN EN LA QUIMERA

    Al fin, uno de nuestros grandes cantaores iba a grabar su primera obra. Además, la empresa era harto complicada pues el material eran versiones musicadas de poemas de y sobre Luis Cernuda, cuya obra no es proclive al ritmo del flamenco. La importancia de la gesta provoca que Antonio Ayala controle demasiado su cante, omitiendo, a veces, la fuerza y la pasión a la que nos tiene acostumbrados, y esto evita que esta  gran grabación sea una  obra maestra.Por suerte solo ocurre en el remate de la soleá y en la granaína. Lo demás roza la perfección en una interpretación ortodoxa, que recuerda a los flamencos más clásicos, pero llena de inflexiones personalísimas.

    Sorprende El Rampa por su gran variedad de registros, desde la exquisita delicadeza de la milonga inicial hasta la  contundencia de una soleá o una cartagenera. Rosendo Fernández aporta su larga experiencia y su honda sabiduría acompañando a la guitarra. Antonio Parra, Soren Peñalver y Ramón Gaya contribuyen con sus poemas a este homenaje al gran poeta sevillano.

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   PORTMAN: A LA SOMBRA DE ROBERTO

    Como dirían los clásicos: enseña deleitando.

    El arte no solo consiste en el placer estético, también en el mensaje humano que transmite, su poder de comunicar una verdad que preocupa al espectador y así poder mover sus emociones.

    Portman: a la sombra de Roberto cumple con esa finalidad artística, siendo además, objetivo en aquellos aspectos que, por las implicaciones personales, pueden caer en el panfleto o en la injusticia. De esta forma, el espectador juzga según su criterio. Por lo demás, Miguel Martí ofrece una variada información sobre el consentido desastre natural provocado en la bahía de Portman (La Unión, Murcia) por los vertidos al mar de la multinacional Peñarroya. Se entrevista a los implicados (empresarios, ecologistas, trabajadores.) aunque se echa en falta la entrevista a algún político implicado en el proceso. Martí completa su documental con imágenes de época, prensa y todo lo necesario para darnos una imagen veraz de lo que pasó. Quizá el director peca de exceso de información al alargar la muestra del conflicto que surgió entre el pueblo del Llano del Beal con las instituciones y la empresa.

    Lo que justifica la reseña en MURCIAJONDA se sustenta en la primera parte del documental dedicado a explicar la vida del minero. Esto se relaciona directamente con el entorno en el que se crearon los cantes mineros. Miguel Martí era consciente de ello porque introduce una escena con un cuadro flamenco compuesto por Nadia Márquez al baile, El Peli y el Bongui al cante y Rosendo Fernández al toque. Además, la música flamenca acompaña algunas escenas del documental.

    Premiado con todo merecimiento en el Festival de Málaga, Portman: a la sombra de Roberto se sitúa más allá del cine denuncia para darnos a conocer formas de vida perdidas en el tiempo, para rescatar del olvido nuestro patrimonio natural y musical y para acordarse de un rincón del mediterráneo, antaño paraíso, olvidado por los propios murcianos.

    Copia cedida por Morena Films.