Casco con los elementos propios del cuerpo de Bomberos [La Unión_Museo Etnológico]
Casco con los elementos propios del cuerpo de Bomberos
Elementos de las tradicionales cocinas unionenses [La Unión_Museo Etnológico]
Elementos de las tradicionales cocinas unionenses

Exposición Permanente de Etnología

La Exposición Permanente de Etnología contiene una completa colección de diferentes tipos de utensilios que reflejan el transcurrir diario de los unionenses.

Una serie de utensilios relativos al mundo doméstico componen la recopilación expuesta en las vitrinas de este espacio.

La información visual queda complementada con las explicaciones que dirigen cada uno de los elementos presentados, entre los que destacan los siguientes:

Sistemas de iluminación

Quedan representados por el velero, el churro o candil de cortijo, que usaban de combustible el aceite; el quinqué, que hacía lo propio con bencina; o el llamado carburo doméstico que utilizaba acetileno para la combustión, haciendo reaccionar el agua mezclada sobre el carburo cálcico.

Conjunto de medidas y pesos

Estos elementos están representados en las romanas y balanzas que se ocupaban de estos menesteres.

Repertorio cerámico

Una compilación de cerámicas con decoración manual artesanal se encuentra expuesta sobre una cómoda con encimera de mármol blanco, muy típica de los años 50 del pasado siglo XX. La ornamentación correría a cargo de un vecino rochero. La utilidad de estas vasijas cerámicas era la de resguardar conservas y algunos de los productos de las tradicionales matanzas anuales que se llevaban a cabo, untados con manteca para su mejor conservación. La fabricación de los recipientes provenía de Totana y Lorca, y podían tener diferentes capacidades según el uso que se les fuera a dar.

Enseres de cerámica de importancia son los que correspondían a los ajuares. Es lo que se llamaba cerámica de mesa, cuya producción tenía lugar muy cerca de La Unión, en las fábricas de la Amistad y la Cartagenera. En la actualidad las piezas de vajilla decorada de estas industrias están muy valoradas.

Utensilios de cocina

En algunas de las vitrinas de la exposición se exhiben ollas de barro utilizadas en la cocina cotidianamente para la elaboración de los típicos guisos. La función de algunos de estos cacharros era la de calentar líquidos y preparar café.

También se muestran los elementos propios de cada hogar donde se hacían las comidas. Un ejemplo de ello son los trípodes sobre los que se apoyaban las ollas en el fuego del hogar; el anafe, como una especie de hornillo portátil; el calentador de alcohol; o el hornillo de petróleo.

Otros útiles domésticos elaborados con diferentes materiales

El arca tallada por carpinteros locales en madera de pino procedente de Canadá servía como guardarropa para las prendas de color blanco. La presencia de estos baúles era muy frecuente en casi todas las casas.

Están reflejadas también en esta exposición las planchas para calentar que funcionaban a base de carbón.

Se presentan también unas vasijas con forma abierta hechas de barro cocido y vidriado en diferentes tamaños llamadas lebrillos. Estos recipientes tenían una funcionalidad variada, puesto que lo mismo se utilizaban para las matanzas que para amasar o para lavar. Su fabricación procede de Totana y Lorca en lo que respecta a la Región de Murcia. Fueron además propias de otros lugares como el pueblo de Nijar en Almería.

Otras tinajas y cántaros para transportar líquidos (aceite, agua, vino) eran elaboradas con barro. Las dimensiones de estos utensilios variaban según fueran a tener un uso de almacenamiento doméstico, o bien fueran pensadas para traslados desde los grifos públicos, o desde donde se encontraban los aguadores que recorrían las poblaciones. Las tinajas y cántaros solían llevar unas asas de sujeción para mayor comodidad en el transporte.

También se tiene una representación de recipientes de cobre y latón en calderos y cazos. Eran muy utilizados para la cocción de productos que se derivaban en las populares matanzas.

Vestimenta

Los ropajes que se exponen en esta planta corresponden a los años iniciales del siglo XX, pertenecientes a una familia de clase media.

Destacan del conjunto de atuendos los chalecos, uno de los cuales está bordado en seda. Llama la atención la ropa interior de mujer y de hombre que se muestran en las vitrinas.

Materiales de vidrio

El uso del vidrio era bastante frecuente en estos lugares, por lo menos hasta la aparición del plástico. Su presencia era habitual entre los enseres de cada casa, destinado principalmente al almacenamiento y distribución de líquidos.

Fueron famosas en la zona unionense el vidrio de la fábrica de Valarino en Santa Lucía, con cuyas producciones se abastecía toda la comarca.

Recipientes de esparto

Las fibras vegetales han valido tradicionalmente para la elaboración de recipientes que tuvieran que soportar un peso no muy elevado para el traslado o conservación de diferentes materiales.

El trenzado del esparto, algo muy típico de esta tierra, tiene su origen en época árabe, ya que fue esta cultura quien lo introdujo, con el fin de elaborar pleitas que les sirvieran de base para la fabricación de los diversos elementos.

En la localidad unionense se instalaron en otro tiempo numerosos estereros que realizaban una gran cantidad de capacería muy útil no sólo por su uso doméstico, sino también en la industria minera.

En la exposición se muestran canastos de caña cortada que podían ser ligeros o más consistentes según su requerimiento.

Los usos eran muy variados, desde guardar ropa, repostería, pan¿ hasta proteger elementos de vidrio.

Centro de Interpretación del Municipio de La Unión

En la sala contigua a esta exposición se ubica el Centro de Interpretación del Municipio de La Unión. El propósito que se persigue en él va encaminado a dar a conocer a los visitantes, y a los mismos unionenses, el origen de su pueblo y todas las particularidades que lo caracterizan. A través de distinta documentación, maquetas elaboradas con la intención de representar momentos concretos, o con el rescate de algunos materiales significativos para el caso, se presenta la historia más reciente del término municipal en un recorrido expuesto por medio de vitrinas y paneles. Algunos de los elementos más representativos de este espacio son:

Los documentos que contienen los orígenes del término municipal de La Unión en 1868 tras su segregación de Cartagena. Junto a ellos se muestran la acreditación del título de ciudad y el tratamiento de Excelentísimo para su Ayuntamiento.

En distintas fotografías expuestas en paneles pueden verse algunos de los aspectos más característicos que representan a la ciudad de La Unión y también referidos a la pedanía de Portmán.

 En este centro se han realizado diversas maquetas de varios de los edificios de mayor significado para el municipio, como la referida a la Casa Peñalver, más conocida como Casa del Piñón; el Mercado Público, sede del popular Festival del Cante de las Minas; o la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, la patrona del pueblo, cuyas obras fueron realizadas y donadas por Jesús Hernández Martínez, vecino de Cornellá.

Talla de un Divino Pastor de estilo barroco recuperada de los escombros de la antigua ermita de la localidad.

Referencias escritas y visuales de algunos de los personajes más ilustres del municipio que integraron el mundo de las letras. Entre ellos el librepensador Hernández Ardieta, que nos ofrece en sus escritos visiones de la antigua ciudad de La Unión; Andrés y María Cegarra Salcedo, hermanos poetas con una gran iniciativa literaria, como queda demostrado en el impulso de María por promover la cultura del municipio, o la creación de Andrés de la Editorial Levante; y sobre todo Asensio Sáez, una de las más relevantes personalidades unionenses, con un gran número de títulos a sus espaldas, miembro de la Academia de Alfonso X el Sabio.

Se le ofrece un homenaje a la prensa local con una muestra de las principales ediciones periodísticas locales contemporáneas: 'La Reforma', 'El Eco de La Unión', ¿El Pichichi¿, ¿El Rebelde¿¿ Se recuerdan bajo estos títulos el apogeo del periodismo local durante el período de 1875 a 1930, aunque algunos tuvieron una vida bastante efímera. La importancia de estas publicaciones reside en que suponen una muestra de las distintas tendencias políticas de cada momento así como de los acontecimientos más relevantes que tuvieron lugar y que de alguna forma afectaban al municipio. A propósito de estas muestras se presenta una característica mesa de despacho donde se expone una tradicional imprenta de mano de oficina.