Culebra de collar
Culebra de collar
Vicente HERNÁNDEZ GIL

     La culebra de collar tiene un tamaño variable, y aunque suelen medir menos de 1 metro, hemos medido alguno en Murcia que alcanzó los 120 cm. Las hembras son generalmente algo mayores que los machos. Presentan la cabeza algo apuntada, con el morro corto. La escama nasal aparece dividida y en el cuerpo tiene 19 filas de escamas, visiblemente carenadas (Natrix maura, la otra culebra de agua, tiene normalmente 21, aunque puede variar entre 19 ó 20).

     Son de color habitualmente pardo-verdoso, presentando un diseño a base de manchas negras irregulares, dispuestas en filas, que son más patentes en los flancos. Los juveniles presentan un collar blanco en la región occipital, bordeado de negro, que desaparece paulatinamente con la edad, y que le dan nombre a la especie. Los ejemplares más viejos presentan una coloración totalmente uniforme, con tonos oscuros, azulados, e incluso verde muy claro.

Hábitat y distribución

     Ha sido encontrada en zonas de pinar abierto, matorral y cultivos, siempre cerca del agua, en balsas de riego, ríos y arroyos, tratándose en todos los casos de individuos solitarios, tanto juveniles como adultos.

     A escala mundial tiene una amplia distribución euroasiática, estando distribuida por toda España, más abundantemente en la mitad norteña.

Costumbres

     La culebra de collar es de hábitos menos acuáticos que Natrix maura, por lo que no es raro encontrarla en tierra, aunque siempre con puntos de agua próximos. Al igual que la culebra de agua, posee glándulas anales cuyo líquido, de olor fétido, no duda en expulsarlo al ser cogida. Sus costumbres más terrestres le permiten enriquecer su dieta con la captura de micromamíferos y coleópteros.

Protección y conservación

     La culebra de collar es especialmente vulnerable a la degradación de las masas de agua, especialmente en Murcia, donde la aridez ambiental las hace muy dependientes del medio acuático, al igual que otros reptiles y anfibios. A esto se añade que sus poblaciones son escasas, y con frecuencia aisladas unas de otras.

     Aunque a escalas más globales no parece amenazada, a escala regional se encuentra muy dispersa y localizada, lo que la hace muy vulnerable a cambios en su medio.

Curiosidades

     Algunos de los ejemplares citados habían sido matados a golpes. La incultura y el desconocimiento de las costumbres de ésta y otras especies de culebras, hacen que muchas mueran en sus encuentros con nosotros, los seres humanos, cuando los beneficios económicos que reportan a las cosechas y cultivos del agricultor, comiendo numerosos roedores, topillos, etc. son inconmensurables. Además, no podría causarnos absolutamente ningún daño, ni mordiéndonos, porque ni tan siquiera tiene veneno ni nada que se le parezca.

Vicente Hernández Gil