Tortuga MoraEn la Región de Murcia se pueden observar un total de 21 especies de reptiles, pertenecientes a 9 familias, y que vienen a enriquecer la fauna murciana. Podemos añadir una tortuga más, que mantiene en nuestro litoral una población permanente, la Tortuga Boba (Caretta caretta), aumentando así a 22 especies.

Entre las peculariadidades de estas especies, destaca el gran número de reptiles que son exclusivamente ibéricos( Lagartija cenicienta, Eslizón Ibérico, Culebrilla Ciega, o Culebra de Escalera); otro buen número lo compartimos con el norte de África (Galápago leproso, Lagartija Colirroja, Lagarto Ocelado, Lagartija Ibérica, Lagartija Colilarga, Culebra de Herradura, Culebra Viperina, Culebra de cogulla, y Víbora Hocicuda), y el resto tiene una distribución circunmediterránea ( Tortuga Mora, Salamanquesa Rosada, Salamanquesa Común, Culebra Bastarda), lo que pone en evidencia la importancia de nuestra región para los estudios biogeográficos de reptiles, y la comprensión del vaivén paleogeográfico regional.

 Destacar, por encontrarse sujetos a algún tipo de amenaza a escala nacional, las poblaciones de algunas culebras (de Cogulla, Ciega, de Herradura, ¿), o del Galápago Leproso. Y, por su reciente incorporación al listado de reptiles murcianos, el Camaleón Común (Chamaeleo chamaeleon).

Mención especial merecen las poblaciones de Tortuga Mora (Testudo graeca), especie considerada en peligro a escala nacional, y uno de los elementos más valiosos y representativos de la biodiversidad de la Región de Murcia. En el sureste ibérico, entre Murcia y Almería, se encuentra el grueso de sus poblaciones silvestres, las únicas consideradas autóctonas de Europa, poniendo de relieve la importancia de las poblaciones regionales de este quelonio, y la gran responsabilidad que supone su conservación.

Las mayores amenazas para los reptiles son la transformación y pérdida de su hábitat, a lo que está contribuyendo el incremento de la agricultura intensiva, y la presión humana por la intensificación del turismo, la introducción de especies, que depredan o compiten por los recursos con las autóctonas, o les trasmiten enfermedades; o las que se suman a aquellos que tienen hábitos acuáticos, en una región como Murcia. Otra de las amenazas más arraigadas, y más injusta, es la persecución directa. Deben desterrarse, con campañas adecuadas, las creencias populares que crean aversión hacia los reptiles, especialmente hacia culebras y lagartos.

La exposición de los beneficios que suponen los ofidios para el control de roedores, y por añadidura, para las cosechas, irían en ese sentido. Desde aquí queremos ayudar al conocimiento de los reptiles murcianos, y a través de éste conocimiento, intentar que tú, lector, también contribuyas a su conservación cuando salgas al campo.

Vicente Hernández Gil