El Carche
Historia y Patrimonio
Desde la Prehistoria el hombre ha dejado su impronta en estos parajes, nombrados Parque Regional en 2003. La presencia del hombre en el Parque Regional viene de antiguo. Se han encontrado yacimientos arqueológicos de la Edad del Bronce, que abarca desde el 1.900 al 900 a.C. Estos poblados están situados en cerros de mediana altura, fácilmente defendibles y con una distribución anárquica de sus viviendas.
En este periodo, de especial rivalidad entre poblados, se solía fortificar los asentamientos hasta con tres alineamientos de murallas circulares, que también se corresponden con asentamientos íberos, cuyo estado de conservación permite el estudio del urbanismo de la época. Destacan la Cueva del Castellar, los Castillicos del Salero y La Romanía. En el siglo III a.C. Jumilla pasó a formar parte del Imperio Romano, siendo sus tierras de cultivo cuadriculadas y distribuidas entre los legionarios licenciados. Este sistema de repartición se conoció como centuriaciones.
En la zona de El Carche han aparecido asentamientos romanos, villas que eran centros de explotación agrícola y ganadera. En la Alta Edad Media, Jumilla también fue anexionada al Imperio musulmán y estos parajes habitados por ellos, como constatan los materiales encontrados en el Cabezo de la Rosa. En el siglo XIII, con Alfonso X, Jumilla pasaba a pertenecer a la Corona castellana. A la muerte del monarca se suceden luchas internas en el Reino de Castilla por el poder, lo que fue aprovechado por el Reino de Aragón para su invasión.
En el siglo XIV vuelve a manos castellanas y en el siglo XV la villa pasó a formar parte del señorío de don Juan Pacheco, marqués de Villena, que fomentó la agricultura, la ganadería y el comercio. Después de la expulsión de los últimos musulmanes en siglo XVII, gran parte de esta zona quedó deshabitada, aunque sus recursos materiales fueron explotados a lo largo de los siglos de manera intensiva, los recursos madereros, la ganadería, la agricultura y la nieve aprovechada a través de los pozos de nieve de El Carche. De esta actividad queda el testigo de uno de ellos en la Umbría de La Madama, del siglo XVII, y que fue una actividad floreciente hasta el siglo XIX, al igual que las Salinas interiores de la Rosa, que siguen en pleno rendimiento y aprovechan los sustratos salinos originados durante el Triásico. La riqueza natural de la Sierra del Carche atrajo la atención en estos siglos de labradores provenientes de los valles del Vinalopó, que dejaron su impronta en estas tierras. En el siglo XX se produce un fuerte desarrollo económico gracias a la industria vitívinicola. En el siglo XX las faldas de la sierra se encuentran cuajadas de viñedos, donde se han instalado bodegas, que elaboran algunos de los más apreciados vinos que le han dado fama a Jumilla y a El Carche.
Naturaleza
La Sierra de El Carche fue declarada Parque Regional en 2003 gracias a sus valores naturales y la importancia de su flora y fauna. De entre la vegetación destacan los bosques y matorrales de tipo mediterráneo, el pino carrasco domina la vegetación arbórea de casi toda la sierra. Las umbrías son de mayor riqueza forestal, destacando la presencia de carrascales que forman manchas aisladas en los parajes de la Gorafía y Cerro Quemado.
Existe un pinar de pino laricio en la umbría de La Madama. En el sotobosque podemos encontrar especies como el enebro, coscoja, lentisco, madroño y durillo. Las laderas de solana quedan cubiertas por pinares abiertos y matorrales bajos, con especies como el esparto, romero, tomillos, lavandas y lastón. Los bosques y matorrales de estos parajes serranos son de tipo mediterráneo, modelados principalmente por el clima, aunque también por la mano del hombre.
Entre la fauna las rapaces destacan como grupo mejor representado, con poblaciones de águila real, búho real, halcón peregrino, cernícalo vulgar, águila calzada, águila culebrera, azor, gavilán, ratonero común y cárabo.
La chova piquirroja es otra especie de gran interés, se puede observar fácilmente formando nutridos bandos.
Los matorrales y cultivos abandonados son el hábitat de especies como el alcaudón real, la perdiz roja y las currucas. Entre los pequeños mamíferos encontramos el ratón moruno, la musaraña y el lirón careto, y entre los carnívoros el zorro, el tejón, el gato montés y el jabalí.
Fiestas
Los habitantes de El Carche se acercan, a falta de fiestas propias, a disfrutar de las fiestas de Jumilla que se celebran a lo largo de todo el año. Algunos ejemplos son la Fiesta de Navidad y Reyes, donde se desarrollan actividades como el Pregón de Navidad, un concurso de belenes, una "Ruta belenística" de gran calidad, el tradicional Concierto de Navidad, actuaciones teatrales para los más pequeños, finalizando con una Cabalgata de Reyes el día 5 de enero. Otra fiesta importante es la Bajada del Cristo Amarrado a la Columna de Salzillo para su participación en la Semana Santa, que se lleva a cabo desde 1848 en la tarde de Domingo de Ramos. La Semana Santa fue declarada en 2003 Fiesta de Interés Turístico Nacional.
En el mes de agosto se celebran las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora de la Asunción.
Mención aparte merecen las Fiestas de la Vendimia, declaradas de Interés Turístico Regional, creadas en 1972 a iniciativa de un grupo de bodegueros de la localidad. Sin olvidar las fiestas de Moros y Cristianos, fiestas que ya se hacían en 1615, y que se recuperaron el año 1987.
Gastronomía
La gastronomía de El Carche descubre la riqueza gastronómica de Jumilla. La cocina típica muestra la influencia de las diversas culturas asentadas en estas tierras, junto a los rigores invernales y la dureza de las labores campesinas, han dado lugar a unos platos apetitosos y variados, muy nutritivos y de gran valor calórico.
Los más destacados son el gazpacho jumillano. De origen judío, cocinado con trozos de torta de harina de trigo y con variedad de carne de caza y caracoles serranos; las gachasmigas, cuyos ingredientes son harina, aceite, ajos, agua y sal; el guiso de pelotas; la empanada de patata rellena de patatas fritas, atún, huevos cocidos, pimientos, piñones y perejil; el arroz y conejo con caracoles, el cabrito frito con ajos, las fritillas, el mortirigüelo o el trigoentero.
Mención especial en este apartado dedicado a conocer la gastronomía de Jumilla, son los vinos con D.O. Jumilla, perfectos acompañantes para cualquiera de los platos anteriores. En conjunto son vinos que han conseguido un alto nivel dentro del panorama vinícola español.
Economía
Los dos pilares básicos de la economía de El Carche son la explotación agropecuaria y la salinera. Aquí se encuentran algunos puntos de agricultura de secano donde se cultivan almendros, olivos, cereal y viñas. Con estas viñas se elaboran algunos de los más afamados caldos de la denominación de origen de Jumilla. Las bodegas instaladas allí aplican las últimas tecnologías, se adelanta la vendimia, se invierte en investigación y se cuida el transporte de la uva a la bodega.
La cabaña ganadera ovina es en el siglo XX escasa y se realiza un aprovechamiento extensivo de algunos pastos, lo cual no supone un gran impacto para la vegetación. Tierra adentro se encuentran las importantes Salinas de la Rosa, donde una conocida empresa dedicada a este sector extrae sal gema industrialmente, por lavado y evaporación forzada, aunque antiguamente se extrajo de minas al aire libre por voladuras o, incluso, mediante salmueras naturales de las que todavía quedan balsas antiguas. Es característica la escasez de lluvias a lo largo del año, lo que ha permitido la instalación de un parque de energía solar, un tipo de energía renovable y limpia, conocida como energía verde.