El 12 de junio de 1847 se fundó la Sociedad del Casino, que ocupa la casa del Conde de Campo Hermoso, en la calle Lucas, hasta que en 1853 se inaugura el local donde se asentó definitivamente.

El aspecto actual del Casino de Murcia es el resultado del proceso de sucesivas reformas y ampliaciones que partiendo del edificio original (1852), obra atribuida a Francisco Bolarín Gómez, fue creciendo hasta encontrar su salida a la calle de la Trapería de manos del arquitecto Pedro Cerdán Martínez, que en 1902 concluyó dichas obras según el proyecto de José Marín Baldo.

Diseñó, asimismo, la actual sala de billares en 1890. Tres años después, y de forma simultánea a las obras de salida a la calle Trapería, Pedro Cerdán llevó a cabo su actuación sobre el inicial patio de Bolarín, obteniendo como resultado el actual patio de columnas, popularmente llamado pompeyano.

Los pasajes, de los cuales el norte-sur ya data de 1866, se concluyen en 1901 y constituyen la auténtica espina dorsal del inmueble, organizándose y distribuyéndose a su alrededor la totalidad de las dependencias del Casino.

El pasaje este-oeste, se inicia en el conocido patio árabe de decoración neonazarita, de doble altura coronado por una cúpula de cristal que constituye el punto más elevado del edificio.

A ambos lados de este patio se sitúan dos salones conocidos como las peceras, que flanquean la escalinata de acceso desde la calle trapería cuya fachada data de 1902.

La totalidad del conjunto fue declarada, el 19 de enero de 1983, monumento histórico artístico de carácter nacional.

En noviembre de 2009 se ha reabierto el casino tras casi cuatro años de obras de restauración con un presupuesto de 10 millones de euros. Las obras han supuesto la rehabilitación integral del edificio, comprendiendo la consolidación de cimentación donde había problemas de estabilidad, la reparación de patologías estructurales, la renovación de la totalidad de las instalaciones –incluyendo las necesarias adecuaciones funcionales y de accesibilidad– y la restauración de todos los acabados y elementos decorativos y artísticos, pinturas, esculturas, lámparas mobiliario, etc. Ello ha supuesto una minuciosa, extensiva y compleja intervención multidisciplinar técnica y artística.