Mula

Las imágenes religiosas, alguna de ellas de Francisco Salzillo, desaparecieron en 1936. De todo el ajuar artístico de la iglesia del Real Monasterio de la Encarnación, únicamente quedan en el altar mayor un gran tabernáculo, restos de las tallas del camarín y las cuatro pinturas de las pechinas que representan a Santa Clara, Santa Teresa, San Francisco y Santo Domingo (todas del siglo XVIII).

Además de las imágenes de Olot y de talleres madrileños, la comunidad tiene en su iglesia algunas obras de los primeros años de dos artistas murcianos. De Muñoz Barberán, el mural al temple del altar mayor, en el que hay una pintura simulando un retablo de columnas salomónicas en cuya parte alta se abre un rompimiento de gloria con apoteosis franciscana; una Anunciación en el bocaporte de la titular  y un pequeño óleo en el ático del retablo de San Antonio.

Del escultor José Nogueras, de Espinardo, es la actual Virgen de la Encarnación, otra de los Dolores y los retablos de San Pancracio, San Leonardo, San Antonio y gruta de la Virgen de Lourdes.Este artista también llevó a cabo algunas restauraciones de imágenes: San Blas, Virgen de los Dolores, Niño Sacerdote, Niño del Amor, etc. Por otro lado,  los retablos del Crucificado y San Rafael son obra del maestro albañil Juan Huéscar, natural de Mula.

A consecuencia de la Desamortización de 1836, el retablo del altar mayor del convento de franciscanos de Mula sustituye al que había en la iglesia de las clarisas, dividiéndose éste último en dos piezas para las capillas laterales más próximas al presbiterio. Todos actualmente destruidos.

En la clausura se conservan numerosos óleos y tallas, como un lienzo con la Aparición de la Virgen a Santo Domingo de Baltasar Martínez Fernández de Espinosa, Lorca 1741; una talla en madera policromada y estofada del Niño de la Salud, de Roque López, de hacia 1808; y el cuadro de la Aparición del Niño a San Antonio (circa 1705), que es óleo sobre lienzo de Pedro Camacho Felizes, pintor lorquino.