A ocho kilómetros de El Escobar se encuentra la Sierra de Carrascoy, que se originó durante la tectónica alpina. En ella, como en casi todos los relieves de la región, dominan las calizas, los conglomerados, las areniscas y otro tipo de rocas sedimentarias. Se trata de suelos con una permeabilidad baja y en muchos casos estériles.
La zona se corresponde con un clima mediterráneo subdesértico. En este sentido, los inviernos se caracterizan por ser suaves desde el punto de vista térmico, con unas temperaturas en el mes de enero superiores a 10 grados centígrados, mientras que los veranos son cálidos situándose la temperatura medias en torno a los 25 grados centígrados. Pese a la gran cercanía que existe entre El Escobar y la Sierra de Carrascoy es muy raro que se produzcan nevadas en la población, aunque si es relativamente frecuente ver la montaña cubierta de nieve durante el invierno.
El régimen pluviométrico de la zona se caracteriza por una acusada sequía estival y un régimen de lluvias equinoccial en donde las mayores precipitaciones se dan en otoño. Suelen oscilar entre 300 y 400 milímetros anuales.