La Cueva de los Pucheros se halla situada en el paraje ciezano de los Losares dentro del paraje más amplio denominado Almadenes, en una zona limítrofe entre los términos de Cieza y Calasparra.

Ésta es una amplia zona en la cual han ido formándose gran cantidad de cuevas, algunas de las cuales han sido habitadas desde antiguo, de ahí la importante presencia de pinturas rupestres en muchas de ellas, algunas de las cuales incluso han tenido uso en épocas posteriores tal y como ocurre con el paradigmático ejemplo de la Serreta.

La zona se haya cubierta por gran cantidad de vegetación en la que alternan los pinos con gran cantidad de plantas de esparto, que fue fuente de riqueza en décadas anteriores, creando un paraje de gran belleza que queda rematado con el impresionante cañón que el río Segura crea a su paso por la zona.

Desde la cueva se observa toda la zona de los Losares ya que se haya a una altura superior que el resto al estar situado en la umbría de la sierra de la Palera. La cueva controla una pequeña rambla que va a desaguar al río. La cueva tiene cuatro entradas que abarcan 19 metros de longitud, de alguna de las cuevas surgían nacimientos de agua.

Descripción

Es un yacimiento en el que se han encontrado algunas pinturas rupestres. Las formas halladas pueden clasificarse en manchas de color identificables, trazos negros y una cabra en perspectiva lateral. Es esta la figura de mayor importancia. Se trata de una Capra pyrenaica de unos tres años de edad y por la medida del los cuerno y la proporción del cuerpo parece que es un individuo macho. Este modelo ya aparece representado en otras zonas de España desde el Paleolítico. Está situada a poco más de un metro del suelo. Es una obra naturalista de dimensiones bastante modestas en la que las pezuñas aparecen muy representadas, bien marcadas y claras.  La figura se representa en posición de carrera y con el rabo recto, quizás queriendo representar algún tipo de peligro a su alrededor. El pelaje está tratado a base de líneas rectas de distintos grosores, dando diferentes tonalidades de color al pelaje del lomo y al de las patas que dan a la figura un gran realismo y exactitud, además de una gran belleza.

La pintura con la que se realizó la figura se obtuvo a partir del óxido de hierro y sobre la misma se aprecia una papilla de caliza, al igual que ocurre en otras pinturas de la Región.

Posiblemente también se preparara el panel para realizar las pinturas, pero esto aún no se ha podido determinar con seguridad.