Free cookie consent management tool by TermsFeed El Palacio de los Fajardo - Región de Murcia Digital
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Cehegín

El Palacio de los Fajardo

El Palacio de los Fajardo

  El segundo edificio que alberga el Museo Arqueológico de Cehegín es el Palacio de los Fajardo, noble residencia borbónica del siglo XVIII, construida bajo el patrocinio de una de las familias de mayor abolengo de la España del Antiguo Régimen. Como es habitual en este tipo de palacetes, la edificación consta de dos plantas y un ático. En la planta baja se concentraban los servicios (cocina, despensas) y cocheras y el área noble quedaba en la primera planta. Aunque en la fachada no existe correspondencia entre los vanos de las diferentes plantas y, por tanto, carece de simetría, resulta de gran dinamismo, gracias a la variedad de materiales y recursos arquitectónicos y decorativos aplicados en su diseño.

Palacio de los FajardoPalacio de los Fajardo

  La fachada del edificio queda ennoblecida por el uso de elementos pétreos. En primer lugar está sobreelevado con un pequeño zócalo de sillares de piedra de la Sierra de la Puerta. Además, la portada está enmarcada con pilastras de mármol de Peñarrubia. En la planta inferior se aprecian cinco vanos, donde se alternan varias soluciones: en los extremos aparecen dos arcos carpaneles o arcos de medio punto rebajados, mientras que el resto son adintelados. Su puerta de acceso se encuentra enmarcada por pilastras. El primer piso cuenta con cuatro balcones, y el ático presenta cuatro balconcillos de forja con ventanas de arco rebajado.

Palacio de los FajardoPalacio de los Fajardo

  En la fachada predomina la fábrica de ladrillo, aunque en los entrepaños se aprecian cajas de tapial, que al exterior se manifiestan como un elemento decorativo más: cartelas lisas de yeso enmarcadas en negro. En un lugar preeminente, y rompiendo la simetría, aparece el escudo de la familia Fajardo Roca, ubicado sobre el balcón principal. En el interior se conservan restos pictóricos originales, destacando el techo de la escalera imperial, donde los visitantes pueden admirar las nervaduras y la decoración de su bóveda policromada, así como los escudos de armas en pinturas murales.

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