Inmersa en la huerta murciana que rodea la capital, al noroeste de la misma y rodeada de otras conocidas pedanías como Puente Tocinos o Llano de Brujas, se encuentra esta pequeña población de Casillas, conocida antiguamente como Ermita de Buendía, que dista tan sólo cuatro kilómetros y medio de la capital.
Ya en el siglo XIII existen referencias documentales a un lugar conocido como Casiellas, Casellas o Caziellas, topónimos todos que sin duda se refieren a esta misma localidad, repoblada con aragoneses, catalanes y valencianos tras la reconquista del territorio a los musulmanes.
Entre los núcleos de población que engloban la pedanía se encuentran el Camino Viejo de Casillas, Casillas, Las Cruz y La Gloria, unidades que hacen de la localidad un área de población dispersa. Casillas dispone de todo tipo de servicios públicos que atienden las demandas de sus vecinos tanto a nivel de tiempo libre y ocio como de actividades deportivas y culturales.
El patrimonio de la localidad incluye diversas piezas de Salzillo que se añaden a la riqueza artística de los templos del entorno de la huerta murciana. Hay que añadir a las expresiones de arte más clásicas, el popular belén móvil de Casillas que ha llegado a cruzar las fronteras provinciales.