Roda
Historia y Patrimonio
La Hacienda de Roda, caserío de San Javier próximo al Mar Menor, estaría vinculada a uno de los primeros pobladores de esta zona, dedicada desde antiguo a la agricultura, cuya casa de labranza daría lugar a este núcleo de población. En 1265, Jaime I el Conquistador atiende la demanda de su suegro Alfonso X y viene a reconquistar Murcia. Entre los caballeros aragoneses que le acompañaron figuraba don Guillén de Roda, procedente de Roda de Isábena, en Huesca. En la Edad Media el traslado de nobles y guerreros entre los reinos de Navarra y Aragón fue constante, lo que explica que el mencionado conde don Guillén de Roda, navarro de origen, acompañase al Rey Jaime en su conquista del reino hispano-islámico.
Estas familias adquirían, bien por el repartimiento de Alfonso X o por censo, tierras que aunque no fuesen explotadas en el momento conservaron unidas a sus estirpes, y cuando las condiciones fueron propicias construyeron sus caseríos y comenzaron el cultivo de su parcela. Jiménez de Gregorio, autor de El municipio de San Javier en la historia del Mar Menor, hace mención de la familia Roda, de Navarra, como uno de los primeros adelantados de la repoblación, cuya llegada sitúa en 1374.
El edificio principal de la hacienda que dio lugar al pueblo de Roda fue construido entre 1610 y 1620, sobre otra anterior de finales del siglo XV. Al proceder en 1997 a la restauración de la parte noble se encontraron restos de terrazo del antiguo pavimento datado en el primer tercio del siglo XVIII, y se demostró que los muros exteriores que dan al jardín, de unos 70 centímetros de grosor en la planta baja, están asentados sobre otros de muy antigua fábrica, cuyo grupo superior a un metro revela que el anterior edificio del siglo XV era, básicamente, una fortaleza.
El asentamiento en estos parajes, dada la inestabilidad de la zona por los ataques berberiscos, era de una población dispersa, en casas de labranza defensivas, cercanas a torres de defensa que en momentos de asedio daban cobijo a los labradores de los caseríos próximos y a los pastores que buscaban el sur en el otoño. Desde la primera planta de la Casa Grande, con una portada del siglo XVIII en forma de retablo, se accede a un gran patio central y a una casona coronada por una torre, que se comunica exteriormente con la ermita de Roda, cuya construcción se atribuye a Jaime Bort. En su interior hay varias imágenes y dos espléndidos óleos de Mariano Ballester.
En 1908 fue donada al obispado de Cartagena. Mediado el siglo XX, en la finca habían veinte labradores que disponían de cortijo y norias, pagaban la alcábala y traían gallinas, conejos, hortalizas, cereales y vino de muy alta graduación. A partir de aquí la pedanía ha crecido con la construcción de nuevas urbanizaciones, y en sus cercanías un complejo residencial de lujo, que ha atraído a un gran número de población, en su mayoría anglosajona.
Naturaleza
La naturaleza destaca por lo árido de su territorio. En ella crecen especies de tipo mediterráneo, esporádicos cipreses o pinos, algunos ejemplares de palmeras o higos chumbos y alguna higuera, además de grandes ejemplares de plantas de tipo cactus. El monte bajo está representado por gramíneas, el esparto y alguna aromática como el romero.
Fiestas
Las fiestas de Roda en honor de Nuestra Señora de los Remedios, cuya festividad se celebra el 2 de septiembre, comienzan con la lectura del pregón, y una verbena popular que comienza a las diez de la noche con la elección de maja infantil y maja visitante. El programa de fiestas se publica en español e inglés debido a la importante colonia inglesa que reside en Roda, e incluye un enganche de caballos y una paella popular por la tarde, además de una fiesta de agua.
Centro Social
El Centro Social de Roda fue construido en 1991 siendo Alcalde D. José Ruiz Manzanares. Su interior se reparte en una cafetería y un pequeño salón de actos. Lo suelen frecuentar los jubilados del pueblo, que se ejercitan en los típicos juegos de mesa y las tertulias.
Gastronomía
Está íntimamente ligada al Mar Menor. El pescado y los mariscos juegan un papel destacado, siendo el plato estrella el popular caldero, hecho con arroz, pescado y ñoras, que se suele servir con alioli, una combinación especial que no quiere olvidar la antigua tradición de este plato recreado por pescadores durante sus faenas y que, en origen, se hacía para aprovechar los restos de pescado que no podían venderse en las lonjas.
Las salazones son las manufacturas más conocidas de la costa, mojama y hueva que se disfrutan con almendras fritas y una cerveza bien fría. Además de los sabores marinos, el pastel de Cierva es otro de los platos más degustados en la zona ya que fue una confitería de San Javier la primera en servir este pastel de carne de pollo que combina los sabores dulce y salado.
Economía
La actividad principal es la agricultura, sobre todo el cultivo de agrios, y de flores y hortalizas en invernadero. Durante muchos años en el pueblo tuvieron como único recurso económico la agricultura de secano y la ganadería trashumante.
Hoy día son los cultivos de regadío los que proporcionan recursos a la agricultura del lugar, principalmente de limoneros, en una agricultura intensiva especializada y acostumbrada a los modernos sistemas de riego por goteo. Aún quedan dentro del sector agropecuario algunas pequeñas ganaderías bovinas que siguen pastoreando el lugar. El complejo residencial Hacienda de Roda ha beneficiado sobre todo al sector de la construcción.
Las posibilidades turísticas y residenciales la han dotado de nuevos recursos económicos que la transforman en un área residencial apreciada sobre todo por la comunidad anglosajona en busca de sol, playa, golf y tranquilidad.