Coy tiene en sus alrededores y casco urbano la evidencia de haber sido un lugar poblado desde la Edad del Bronce hasta nuestros días, con períodos históricos que la convirtieron en un enclave de gran importancia. Los yacimientos arqueológicos del Cerro de las Viñas, La Fuentecica y El Villar pueden ser visitados para descubrir poblados y necrópolis argáricas, así como restos de hábitats ibéricos y romanos. Durante la Edad Media, y dada su cercanía a Caravaca, el territorio de Coy llegó a ser un enclave muy apreciado por la Corona castellana que, a lo largo de los siglos posteriores a la Reconquista, lo incluyó en los distintos repartos que fue efectuando.