Capillas[Iglesia de Santiago Jumilla]
Capillas

Desde el siglo XV hasta el siglo XIX el templo vivió continuas reformas y mejoras, intentando, sobre todo en su interior, armonizar los distintos estilos que el tiempo imprimía en naves y capillas.

Primera mitad del siglo XV

En la primera mitad del siglo XV comienza la construcción de esta iglesia, se barajan las fechas de 1447 o 1454 como posible comienzo de las obras. Esta primera fase daría como fruto la nave central y las capillas laterales de estilo gótico flamígero.

En el exterior esta etapa de la construcción se evidencia en los arbotantes, esos pilares que sustentan el alto muro necesario para la elevación de las bóvedas de crucería.

Principios del siglo XVI

Durante la etapa artística del Renacimiento en el templo se lleva a cabo la edificación de la cabecera, la sacristía vieja, la colecturía (para administración de limosnas o colectas) y la puerta principal del lado sur. Todo ello entre los años 1520 y 1589, pleno renacimiento.

Principios del siglo XVIII

Durante un siglo se paralizaron las obras en el templo. No fue hasta comienzos del siglo XVIII cuando se abordó la construcción de una nueva torre de campanario, ocupando el espacio de la vieja sacristía. Se edificaron dos cuerpos de la torre utilizando muros de carga ya existentes que se rebajaron en su grosor para trazar una capilla en el primer cuerpo que imitaría el estilo de la vieja sacristía gótica. Pero los muros de carga quedaron demasiado débiles para el peso de un tercer cuerpo por lo que se paralizó el tercer volumen a construir. En 1728 el Cardenal Belluga ordenó que se concluyese la obra, se determinó entonces sustituir el ladrillo por la piedra para aligerar el peso.

De este siglo es también la construcción de la capilla lateral de la Comunión, obra de un barroquismo austero que alberga relevantes obras de imaginería, y la sacristía nueva, a la que se accede a través de la colecturía.

Finales del siglo XVIII , principios del siglo XIX

Al arquitecto abulense Lorenzo Alonso, tracista de muchas iglesias de la antigua zona diocesana de Albacete y arquitecto encargado de la reconstrucción de la parroquial de Alguazas, se encargó el último proyecto de ampliación de las obras de este templo de Santiago.

Las obras consistían en una ampliación de la nave central en su lado oeste para dar cabida a un coro, a ambos lados se habilitarían naves con puertas de acceso al atrio y unas pequeñas capillas laterales, una de las cuales se convertiría en baptisterio. Toda esta nueva traza es de estilo neoclásico pero procura no romper la armonía necesaria para con la nave gótica.

Para dar acceso desde el atrio a la capilla de la Comunión, se abrió la gran Puerta del Perdón.