Jumilla

Imaginería

El retablo del Altar Mayor dedicado a la advocación de Santiago Apóstol es la obra más destacada de esta iglesia, y uno del los más antiguos de la Región. Labor de los Hermanos Ayala, el retablo dorado,del que aún se conservan algunas imágenes ¿otras fueron destruidas durante la contienda civil- se divide en tres pisos con distintas calles con medias hornacinas y columnas. Cada uno de estos pisos concentra en sus imágenes y altorrelieves una referencia a Santiago, otra a la Virgen María y una tercera a la crucifixión.

En la Capilla de la Comunión se encuentran tres obras de Ignacio Pinazo: Virgen del Carmen, Santa María Magdalena y Virgen de la Soledad. En otro de los extremos de la capilla hay un Cristo Crucificado de la Expiación, obra de Santos de la Hera. Se añaden a estas imágenes un Sagrado Corazón y una Virgen de las Angustias.

Existe también en el templo un retablo, atribuido a Juan de Juanes, retablo de la Circuncisión y un Cristo de la Vida, de José Planes.

Varias obras de imaginería se guardan en la sala del museo: Cristo Yacente, Cristo Resucitado, y un San Juan y Virgen María de un grupo escultórico del Descendimiento, todas de José Planes. De Ignacio Pinazo se conservan un Jesús Prendido. De González Moreno un San Pedro, de Santos de la Hera un Cristo de la Sentencia.

El Cristo de la Agonía de Francisco Salzillo, que en tiempos presidió la sacristía, se guarda en el Convento del Santísimo Rosario.

Otras Obras

Debemos hacer mención a la magnifica reja del coro de esta iglesia, obra del jumillano Pascual Gómez, que engrosa las muchas labores de rejería artesanal que se reparten por el municipio y aledaños.

Se guarda en el museo del Santo Sepulcro una extraordinaria cruz procesional, de estilo sevillano, atribuida al maestro Guzmán Bejarano. Y el convento del Santísimo Rosario custodia obras muy antiguas y valiosas como la Manga Parroquial, de finales del siglo XVI, bordada en oro sobre terciopelo carmesí, el Cáliz Custodia, de escuela italiana de plata repujada en el siglo XVI, y la Custodia del Corpus, de estilo rococó en plata y con incrustaciones de piedras preciosas.