Obras más relevantes del Santurario
El Santuario fue saqueado en 1936 y sus objetos destrozados. En la actualidad podemos contemplar a la derecha del coro, frente a la puerta lateral de la ermita, un cuadro del Niño Jesús de Belén, cortado por el carpintero Pedro Espinosa Medina y que talló José Fernández Blaya, artista muleño experto en pintura, dorado, cincelado y artesanía. Está compuesto de un marco gótico, en forma de tríptico, tallado con adornos florales y dorado, con la sagrada imagen del Niño Jesús de Belén.
También de José Fernández Blaya son los cuatro Evangelistas del crucero del templo y detalles de florales en los arcos de medio punto.
En el lateral izquierdo del templo, está la imagen de la Virgen de Fátima seguida de un cuadro restaurado de San Onofre. El ventanal que domina la alta pared, tiene una vidriera que representa a la Virgen de la Asunción.
La capilla del lado opuesto, ofrece un altar consagrado a la Virgen del Pilar, con un cuadro al óleo dedicado a la aparición del Niño Jesús a Pedro Botía. Arriba en la pared una vidriera simulada representa a Santiago Apóstol.
En el coro se abre otra vidriera que recuerda el Año Jubilar 1998-99. Se hizo otra similar para el Camarín del Niño Jesús, ambas firmadas por "Vidrieras Aqua, 1998"
En la Capilla de la Aparición podemos contemplar un medallón de madera en altorrelieve tallado por el escultor murciano, Antonio Campillo. El escultor diseñó en forma de óvalo este relieve de madera policromada, que contiene la figura central del Niño Jesús de Belén con la cruz repujada en su mano izquierda.