Detalle de rocas volcánicas[Lentiscar]
Detalle de rocas volcánicas
Monte Carmolí [Mar Menor]
Monte Carmolí

     La amplitud del territorio del Lentiscar, que incluye en su geografía un área de costa del Mar Menor, ofrece una riqueza natural y paisajística con pequeños detalles que suplen las características áridas de su territorio de interior, dedicado a los cultivos intensivos.

     No es hoy día el lentisco el arbusto más prolífico en su terreno, pero antiguamente debió formar parte de su biotopo, en unos siglos en los que la masa forestal del Campo de Cartagena era más densa. Quizá el topónimo de la diputación derive de esta planta de pequeño porte, aprovechada como leña, para hacer carbón y cuya resina, la lentescina, era utilizada para la fábrica de barnices mientras que el aceite obtenido de sus frutos, la lentisquina, podía suplir al aceite de oliva y era muy utilizado como combustible.

     La zona litoral del Lentiscar, compuesta por los relieves de El Carmolí y su marina, participan de la estructura volcánica del Mar Menor. Aunque con un biotopo debilitado por la acción humana, El Carmolí, todavía guarda valores naturales, como la abundancia de especies aromáticas como el romero y el tomillo entre sus zonas de rocas o la visita de especies marinas como la cigüeñuela o el alcaraván.

Área de Interior

     El principal núcleo de población, La Puebla, y parajes como Los Beatos, quedan enmarcados en las zonas interiores, con un paisaje típico del Campo de Cartagena. Los adelantos en materia de aprovechamiento de los recursos hídricos, gracias a los riegos por goteo, permitieron que estos de secano pudieran convertirse en campos de cultivos intensivos.

     Según la temporada, los campos del Lentiscar quedan dedicados al cultivo de la patata, la alcachofa, la lechuga, el broculi y el melón, mientras que en los invernaderos se cultivan pimientos, ya que se trata de una especie sensible al frío y las heladas.

     En todos estos campos roturados, las especies vegetales silvestres no abundan, en los márgenes de las tierras labradas se pueden observar gramíneas, esparto, hinojo y todo tipo de malas hierbas asociadas a los cultivos. Esporádicas palmeras, algarrobos o pinos pueden aparecer en este paisaje llano y semidesértico.

     La fauna está compuesta de pequeñas especies, aves muy comunes como la lavandera o el mirlo, anfibios como la salamandra y especies más difíciles de avistar, como el conejo, el tarro blanco, el mochuelo, la culebra bastarda, la culebra de escalera o el topo.

Área de Costa

     El Carmolí y Punta Brava se ubican en el área costera de la diputación, y forman parte de un complejo biotopo de carácter volcánico que se configura en el mar Menor, originado hace diez millones de años a través de un viejo volcán de andesita, cuyas rocas aún se pueden contemplar.

     Son unos parajes frágiles, muchas veces maltratados, que guardan una riqueza de flora y fauna únicas, si bien han sido degradados por el abuso en la recolección de plantas aromáticas o especies como el palmito, que aún puede admirarse en algunos relieves. Las zonas de roquedales suelen exhibir una flora particular, compuesta de uña de gato, margarita marina, castañuela, romero, tomillo o lavanda.

     La Marina del Carmolí es rica en especies vegetales como el taray, el albardín, el carrizo, la siempreviva, esta última abundante en las cercanías de la playa de Los Urrutias. Las ramblas del Albujón, del Miedo y la Mirada son las que concentran buena parte de estas especies. Aves como la cerceta pardilla, la cigüeñuela o el alcaraván, frecuentes en el Mar Menor, también anidan y se divisan desde esta área.

     Los humedales del Carmolí siguen teniendo un efecto depurador de las aguas que llegan a esta área procedentes de algunas ramblas cartageneras, una acción que elimina los excesos de metales contaminantes, sobre todo metales, que se vierten a la gran laguna del Mar Menor, de ahí la importancia de mantener intactos estos parajes naturales.