La diputación lorquina de Marchena se remonta muy atrás en el tiempo, ya que sus tierras estuvieron habitadas por los pobladores de la cultura argárica y, posteriormente, por los romanos. El río Guadalentín y sus fértiles riberas constituyen un estupendo marco en el que asentarse y prosperar.

  Diversas alquerías musulmanas se instalarían en sus alrededores durante la Alta Edad Media para trabajar las huertas del valle, bajo la protección de la poderosa fortaleza de Lorca. Tras la Reconquista castellana del siglo XIII la zona se convertiría en territorio de frontera entre musulmanes y cristianos, pasando por tiempos de despoblación, debido al constante peligro de saqueos por parte de unos y otros.

  La agricultura de subsistencia de la huerta de Marchena no consiguió hacerse competitiva e integrarse en el mercado nacional durante el siglo XIX. Diversas catástrofes en forma de plagas, sequías o la rotura del Pantano de Puentes minaron la ilusión y el trabajo de los agricultores, haciendo que algunos se vieran obligados a emigrar. Las mejoras tecnológicas en los cultivos y en los regadíos aventuran en el siglo XXI una época de prosperidad y tranquilidad para las diputaciones que circundan el núcleo poblacional de Lorca y que, a la vez, permanecen inmersas en la huerta del Guadalentín.


  Fuentes

-Jiménez Alcázar, J.F. 'Lorca histórica: historia, arte y literatura'. Ayuntamiento de Lorca, 1999.
-Ruiz J.A. 'Diputaciones lorquinas'. Ed. Concejalía de Cultura, Educación y Festejos. Lorca, 1995.