El rasgo más marcado del paisaje de la diputación de La Tova es el contraste entre las zonas de llano colonizadas por los cultivos, la manchas de monte bajo donde abunda el matorral, las extensiones de tarays flanqueando las riberas de los ríos y las extensiones de pino carrasco fruto de la repoblación forestal.
Las especies arbustivas más comunes en la zona son los matorrales claros de lavanda, tomillo, romero, esparto, albaldín y retamas.
En las riberas predomina el tarajal con juncos y las adelfas; sin olvidar los abundantes tarays que cubren completamente las cuencas de los ríos en el tramo de su desembocadura en el Pantano de Puentes.
En cuanto a la vegetación arbórea, predomina el pinus alepensis o pino carrasco, acompañado de matorrales. En las zonas de cultivo de secano vemos almendros, algunos olivos y chumberas.
La hidrología de la diputación es muy singular, ya que en este paraje confluyen el río Vélez o Corneros y el río Luchena, ambos desembocan en el embalse de Puentes, desde donde nace el Guadalentín. El topónimo de este curso fluvial tiene origen árabe y significa río de barro. Debido a la climatología y a la escasa vegetación, las grandes avenidas de este río (que generalmente está seco), dieron lugar a devastadoras inundaciones, por lo que la idea de controlar su cauce surgió desde muy antiguo.
La fauna de la zona es la habitual en el bosque mediterráneo: perdices, zorros, águilas perdiceras, libres, conejos, jabalíes, etc. Y en la zona del pantano es frecuente encontrar el cangrejo rojo o americano, así como truchas.