Sierra de Columbares [Sucina]
Sierra de Columbares

El ámbito geográfico de Cañadas de San Pedro corresponde al conocido como Campo de Murcia, ámbito que, en contraste con el del área del cinturón huertano del municipio, se distingue por sus terrenos áridos cálcicos y la mayor ausencia de recursos hídricos, hecho que permite la existencia de todavía antiguos pozos y aljibes.

El territorio de Cañadas presenta una gran singularidad geológica, ya que sobre los niveles del Plioceno Superior se encuentran las margas rosadas y rojas, y estas están coronadas por una gruesa capa caliza. Los estudios sobre los fósiles hallados son los que permiten llegar a estas certezas en cuanto a la cronología del territorio.

Flora y Fauna

Entre las especies que destacan en el paisaje de Cañadas podemos observar dos ámbitos, por un lado el de los campos roturados y por otro el de la flora silvestre. El terreno de secano del lugar ha favorecido tradicionalmente los cultivos de olivoalmendro, añadiendo durante la eclosión agrícola de finales del XX cultivos de cítricos con riegos por goteo; antiguamente la morera era uno de los árboles más abundantes en la zona, siempre destinada a la producción de seda.

Junto a los cultivos y en zonas abiertas se da un abundante monte bajo de tipo mediterráneo en el que son comunes especies como el romero, el esparto, el albardín y el tomillo. Otras de las especies propias son el acebuche, el espino negro, el palmito, el pino carrasco y la coscoja.

Entre la fauna existente destacan las aves rapaces que anidan en los relieves cercanos, como el águila perdicera, el ratonero común, el búho real y el cernícalo. Es frecuente ver en las inmediaciones del lugar el vuelo de estas aves ya que ámbitos como los de la Sierra de Escalona y Altaona son ZEPA.

Zorros, erizos y gatos monteses son algunas de las especies que también habitan campos y estribaciones de la serranía, si olvidar los abundantes reptiles como la culebra de herradura, el lagarto ocelado y la lagartija colirroja.

Sierra de Columbares

Su nombre deriva de la palabra latina columba, paloma, y pertenece a la cadena montañosa de Carrascoy, continuándose por las vecinas sierras de Altaona y Escalona.

Junto a la Sierra de Villares es uno de los pasos naturales utilizados desde antiguo para llegar hasta los límites prelitorales, por eso no son de extrañar los restos arqueológicos de época romana pertenecientes a villas y los materiales de época islámica encontrados.

Pertenece al Plioceno superior, existiendo depósitos del cuaternario con limos rosados y glacis conglomeráticos muy característicos.

Su pico más alto llega a los 646 metros sobre el nivel del mar, y se puede llegar hasta él gracias a rutas de senderismo. Se accede a estas rutas tanto desde el Puerto del Garruchal como desde el Collado de los Ginovinos, en la Sierra de Altaona.

Conforme se gana altura en el camino hacia el pico más alto, la vegetación de Columbares pasa de los cultivos abandonados de almendro, sobre terrazas de cultivo, a un sotobosque plagado de romero, lentisco, o espino negro. No tardan en aparecer, en el ascenso a la cumbre, el pino carrasco y la presencia de animales como el búho real, el gato montés o la gineta.

En la cumbre de Columbares se puede apreciar el conocido paisaje lunar, efecto de la erosión del agua sobre los suelos de margas del terreno. Y desde este pico se llega a divisar el Mediterráneo, así como el Campo de Cartagena y la zona litoral del Mar Menor.