La canela es la capa interna de la corteza del canelo o Cinnamomum verum, árbol perteneciente a la familia de las Lauráceas. Se consigue separando la corteza del tronco, eliminando la primera capa y enrollando la segunda en pequeños finos tubos, conocidos como canela en rama, dejándolos secar un mínimo de 24 horas. Presentan una tonalidad que va desde el rojizo al amarillento, pasando por toda la gama de marrones. Su aroma es muy agradable, con ciertos toques a madera dulce, mientras que su sabor prolonga esta sensación de dulzor mezclándola finalmente con sensaciones amargas.

En los mercados se encuentra en rama o en polvo, utilizándose como aromatizante de diferentes platos y bebidas.

Historia

El origen de la canela lo podemos encontrar en Sri Lanka, las Indias Occidentales y China, principales productores mundiales junto con Madagascar y Brasil.

Serían los fenicios quienes introdujeran el consumo de la canela en el Mediterráneo, aunque en un primer momento era más utilizada como perfume o afrodisíaco que en gastronomía. Los romanos, incluso, aromatizaban sus calles con esta especia.

Sin embargo sería durante la Edad Media cuando portugueses primero y holandeses más tarde introducirían de forma generalizada el consumo de canela en el Viejo Continente.

Usos

Desde tiempo inmemorial la canela se ha utilizado en numerosos rituales religiosos, los egipcios, por ejemplo, la usaban en sus ritos de embalsamamiento. También son conocidas desde antiguo sus propiedades afrodisíacas.

En la actualidad los estudios que se han realizado sobre ella determinan que además contiene sustancias que regulan los aparatos digestivo y respiratorio, así como la circulación de la sangre y la menstruación en las mujeres.

Gastronomía

El suave aroma y sabor dulce de la canela la convierte en un ingrediente muy apropiado para un gran número de recetas de dulces. La Región de Murcia cuenta entre sus postres y dulces más tradicionales con los mantecados, alfajores, engañamaridos, pastel Felipe, paparajotes, torrijas, costillas de hojaldre, natillas o tocino de cielo, todos ellos aromatizados por la canela.