Clavo parcialmente molido [Clavo]
Clavo parcialmente molido
Ilustración descriptiva de la planta [Clavo]
Ilustración descriptiva de la planta

El clavo o clavo de olor, Syzygium aromaticum, es el capullo seco de la flor del clavero, un árbol perteneciente a la familia Myrtaceae.

Su fisonomía se asemeja extraordinariamente a un clavo pequeño, con una cabeza redonda formada por los pétalos y rodeada por cuatro puntas (divisiones del cáliz) de color pardo oscuro, con un olor aromático y agradable, así como un sabor fuerte, acre y picante.

El clavero puede alcanzar los 20 metros de altura, con copa piramidal, hojas opuestas, ovales, enteras, lisas y coriáceas. Las flores poseen un cáliz de tonos rojos oscuros, con cuatro divisiones y desarrollan un fruto o drupa similar a la cereza.

La recolección de los clavos se lleva a cabo a mano, para no perjudicar las ramas ni las futuras cosechas, un mínimo de cuatro veces al año. En un principio su color es rosáceo, pero tras un proceso de secado al sol durante varios días se tornan marrones o pardos.

Usos medicinales

Históricamente el clavo se ha utilizado como remedio natural para numerosas dolencias o enfermedades. También han sido frecuentes las reminiscencias a propiedades especiales, casi místicas de esta especia, así han llegado hasta nosotros actividades como frotar clavos en las encías para aliviar el dolor de cabeza. Incluso se aseguraba que el clavo era un remedio contra la impotencia en el hombre, al cual se hacía beber leche con clavos para curar este mal.

Durante el siglo XVI, en Alemania, se llegó a recomendar cubrir la cabeza de una persona con clavos para mejorar la circulación. En tiempos de la peste negra los doctores ataban una pequeña bolsa llena de clavos bajo su nariz para, de esta forma, purificar el aire y evitar el contagio. Incluso en el siglo XX, algunos indígenas en India los introducían en sus orificios nasales y labios con el fin de ahuyentar los malos demonios. Un sin fin de remedios caseros amparados en supersticiones y creencias.

No obstante, según nuevos estudios realizados sobre las propiedades del clavo, su uso moderado está indicado para los procesos inflamatorios de las mucosas bucofaríngeas. Gracias a uno de sus componentes, el eugenol, ha sido utilizado como antiséptico y anestésico en odontología, aunque hoy en día ha sido sustituido por un derivado de esa misma sustancia.

La esencia o aceite de clavo puede encontrarse en la composición de algunos productos que usualmente tratamos en los hogares, por ejemplo pastas dentífricas, elixires orales o perfumes.