La albahaca es una planta aromática de cultivo anual y tamaño medio perteneciente a la familia de las Labiadas, de gran abundancia en la costa mediterránea.

Su bello porte llega a alcanzar el metro de altura presentando múltiples tallos rectos rebosantes de hojas grandes de unos 5 cm de longitud, con forma alargada rematada por bordes dentados, tacto aterciopelado, una tonalidad verde brillante algo más oscura por el envés y que despiden un intenso aroma.

Sus flores nacen en grupos de 6 en forma de espiga, aspecto tubular, color blanco o rosado y hasta 1 cm de corola.

La albahaca crece preferentemente en climas cálidos, ya que no sobrevive a las heladas, cultivándose exclusivamente por semillas que se plantan inicialmente en invernadero desde principios de la primavera hasta finales del verano. Su hábitat ideal son los suelos fértiles, poco compactos y húmedos, con luz solar directa en invierno y algo de sombra en las épocas de mas calor, evitando así que amarilleen sus hojas.

De la planta se recolectan prioritariamente las hojas antes de que florezcan y alcancen su máximo tamaño, siendo las más tiernas las que ofrecen mayor olor, aunque también se emplean sus raíces para realizar algunos preparados. Si se cortan sus tallos antes de florecer puede convertirse en planta perenne.

Es prolífica en variedades, identificándose más de 40 tipos. Los más empleados en Europa son: la albahaca genovesa, con hojas pequeñas y muy perfumadas; la albahaca napolitana de hojas grandes, delicadas con aromas de menta; la albahaca fina verde compacta, de escaso tamaño; la albahaca mammouth con hojas muy alargadas y que se emplea para envasado en seco. Otras variedades presentan hojas con tonos rojos como la albahaca de hojas rojas dentelladas y la decorativa albahaca ópalo.

Los tipos cultivados en Asia presentan sabores más intensos similares al clavo como la albahaca morada o tulsi (Ocimun sanctum o tenuiflorum) que se emplea en algunos ceremoniales religiosos hinduistas y en la gastronomía del sudeste asiático, por ejemplo para el curry.

Una aplicación popular muy extendida es colocar macetas o matas de albahaca en huertos y terrazas como insecticida, ya que su olor intenso y dulce repele a los insectos.

Usos medicinales

Las propiedades de la albahaca se centran en sus hojas, que se pueden utilizar en infusión a partir de la planta seca o fresca, y en sus flores que concentran gran parte del aceite esencial.

Este líquido destilado de albahaca es rico en metilcavicol, linalol, eugenol, cineol y además contiene saponinas, lo que confiere a la planta diversas propiedades internas tales como digestivas, antiespasmódicas, contra los gases, sedantes o contra la desnutrición, debiendo controlar la dosis aplicada para evitar los efectos narcóticos que produce. Además externamente se emplea de analgésico o calmante para el tratamiento muscular y como antiséptico. La planta contiene también taninos, ácidos orgánicos, sales minerales y vitaminas que justifican su consumo alimentario.

En la antigüedad la raíz de albahaca era utilizada durante el parto por sus propiedades calmantes para mitigar los dolores.

La albahaca pulverizada se utilizaba antiguamente para provocar el estornudo.

Usos agrícolas

El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Alimentario (IMIDA) ha desarrollado un insecticida natural procedente de los aceites esenciales de albahaca, coriandro y alcarabea, letales para los gorgojos del arroz, además de considerarse inocuos para el ser humano por su volatilidad y el medio ambiente por su volatilidad.

Recolección y conservación

La recogida de las hojas y flores se realiza desde finales de la primavera hasta el final del verano, procediendo a su tratamiento para envasar en seco, extraer el aceite esencial de albahaca o consumir las hojas frescas. En el primer caso tras lavar las hojas se procede a su secado colocándolas en un sitio aireado, seco y alejado de la luz, para una vez troceadas, envasarlas en recipientes herméticos de cristal o cerámica donde conservarán durante varios años su aroma casi íntegro. En la obtención del aceite se emplean tanto hojas como flores, que una vez destiladas al vapor de agua producen la esencia, cuya cantidad y calidad variará según el tipo de albahaca tratada o su procedencia.

La comercialización de hojas de albahaca fresca se realiza a través de las tiendas o secciones de frutas y verduras, en muchos casos se presenta envasada al vacío en bolsas de plástico para mejorar su conservación. Una vez en casa la albahaca se mantendrá fresca unos 2-3 días debiendo guardarse en un lugar fresco, en un envase hermético y alejado de la luz solar, aunque una buena opción es trocear las hojas verdes, guardándolas en el congelador para consumirlas frescas en cualquier momento del año.

Zona de producción

Originaria de Asia el cultivo de la planta de albahaca como hierba culinaria se desarrolló a partir del siglo XVII en el sur de Francia, siendo frecuente también en Marruecos, Madagascar e Isla de Reunión. Actualmente los principales países productores y exportadores de albahaca son España, Italia, Francia, Egipto y México.

En la Región de Murcia se cultiva en zonas con abundante agua, principalmente en huertos y jardines para consumo doméstico o utilización como planta decorativa.