Sardinas fritas con coliflor [Sardina]
Sardinas fritas con coliflor
Información nutricional [Sardina]
Información nutricional

Propiedades nutritivas y salud

La sardina, al igual que la práctica totalidad de los pescados azules, muestra un alto contenido graso, casi 10 g de grasa cada 100 g de porción comestible, no obstante es una buena fuente de ácidos grasos omega-3 por lo que actúa en la reducción de los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, haciéndola más fluida y reduciendo el riesgo de padecer arteriosclerosis o trombosis. Debido a esto los expertos en nutrición recomiendan consumirlas a las personas que padecen enfermedades cardiovasculares.

Las vitaminas que destacan en la composición de las sardinas pertenecen a los grupos B, A, D y E. La primera favorece el aprovechamiento de los nutrientes energéticos e interviene en procesos tan importantes para el organismo como la síntesis de material genético, la producción de hormonas sexuales o la formación de glóbulos rojos. Las restantes vitaminas son denominadas liposolubles y contribuyen a la regular formación de mucosas y tejidos del cuerpo, mejorando la resistencia del ser humano a las infecciones y ayudando al mantenimiento de ciertos sistemas vitales como el nervioso. También aportan beneficios al crecimiento de los huesos, la creación de enzimas en el hígado, favorecen la absorción de calcio y regulan su nivel en la sangre.

Los minerales más significativos en la composición de las sardinas son el fósforo, magnesio, potasio, zinc, yodo y hierro. A través de ellos el organismo refuerza los procesos para obtener energía, mejora el funcionamiento de ciertos sistemas como el nervioso o muscular y mejora su inmunidad. El hierro en particular posee propiedades que previenen algunos tipos de anemia como la ferropénica.

En el mercado

Las sardinas se pueden adquirir en las pescaderías o mercados durante todo el año ya que una de sus preparaciones más típicas es conservada en aceite o al natural, consumiendo los españoles cerca de 100 millones de latas al año(las conservas de este pescado representan un 10% del total de conservas en España). No obstante, si se piensan comprar ejemplares frescos, resultan propicios los meses que comprenden desde junio a noviembre.

Antes de adquirirlas debemos comprobar si son frescas, si la conservación en el punto de venta ha sido correcta (cubiertas parcialmente con hielo, sin incorporar plantas como el perejil que pueden llevar hasta ellas microbios o bacterias), cerciorándonos de que su color es brillante y poseen un olor suave.

En la mesa

Las sardinas son uno de los pescados azules más consumidos en España. Admiten numerosos tipos de preparaciones y se encuentran ligadas, sobre todo en el sur de la Península Ibérica, a bastantes celebraciones tradicionales y populares relacionadas con las festividades de los pueblos y ciudades costeros.

No obstante, en función del tamaño que presente se utilizará para elaboraciones diferentes. En el caso de las más pequeñas siempre son exquisitas como ingrediente extra (tras haberse limpiado de entrañas, cabeza y espinas) en revueltos de verduras, tortillas, pasteles de pescado o empanadillas caseras. Los ejemplares de mayor longitud y peso se muestran muy sabrosos a la plancha, en cazuela al horno, a la brasa, en escabeche o guisos marineros como la moraga. No obstante, uno de los consejos que siempre se deben seguir a la hora de preparar recetas con sardinas es que queden jugosas, conservando así parte de la grasa que le da sabor y aroma.

En algunos restaurantes y pescaderías podemos conseguir las conocidas como sardinas de bota. Se trata de sardinas que han pasado por un proceso de salado y se colocan en recipientes de madera con forma circular llamados botas.