El mújol o Mugil cephalus es uno de los pescados de la familia de los Mugílidos más abundante en las costas mediterráneas de la Península Ibérica, donde se puede encontrar próximo o el interior de puertos pesqueros, playas arenosas o rocosas de poca profundidad, lagunas como el Mar Menor o desembocaduras y primeros kilómetros de ríos.

Características

Su cuerpo se distingue con una forma alargada, cilíndrica que generalmente alcanza los 60 cm, aunque su captura está permitida a partir de los 20. Posee cabeza ancha, con ojos cubiertos por una membrana adiposa y una boca pequeña cuya mandíbula se desencaja durante la alimentación. Su color es azul plateado o verdoso en el lomo, degradándose hasta el blanquecino del vientre, además de 6 o 7 bandas longitudinales finas y oscuras que recorren su fisonomía desde la cabeza a la cola.

Pesca

Ya en época musulmana, durante los siglos VIII al XIII se pescaba a través de técnicas como la encañizada debido a su abundancia en aguas marmenorenses. En la actualidad ha decaído su captura, al igual que la de otros peces como el magre, llegándose en la Región de Murcia a recoger menos de 13.000 Kg. anuales.

Gastronomía

Existen varias preparaciones tradicionales en la región que tienen como base o incluida entre sus ingredientes principales la carne de mújol. Este pescado se consume principalmente en asado, a la espalda, a la sal o en elaboraciones y recetas algo más complejas como el famoso caldero.

No obstante existe un aperitivo que simboliza los trabajos que se realizaban con el pescado en la costa murciana durante el período de ocupación romana hace más de 2.000 años: los salazones y en concreto la hueva de mújol.