El Pero de Cehegín o de Alcuza, al igual que el resto de manzanas, pertenece a la familia de las Rosáceas y es una variedad de las denominadas de Otoño.
Sus características generales la diferencian del resto de ellas ya que posee un peso medio en torno a 180 gramos, altura de 8 centímetros aproximadamente y un diámetro máximo medio de 7,7 cm, conformándose una fruta de tamaño medio, forma oblonga y color amarillo verdoso en el momento de la recolección, tornándose en amarillo con el tiempo. Gracias al grosor de la piel presenta muy buenas condiciones de conserva post-cosecha, y aporta un característico aroma dulzón y floral muy agradable para consumo. Una de las particularidades que destacan en su fisonomía es un encorchamiento de la piel o 'russeting' que se forma en la zona peduncular extendiéndose hacia la mitad del fruto hasta ocupar una extensión comprendida entre el 12 y el 25% de la superficie total. Su carne o pulpa se muestra consistente, de tonos blanquecinos, dulce y de oxidación retardada, desprende un olor especial que refuerza el sabor azucarado, diferente al del resto de manzanas que se encuentran en el mercado.
Para que esta variedad tenga unos resultados óptimos en su producción, los árboles son injertados sobre manzanos francos que presentan mayor vigor.
Una nueva esperanza
Durante la década de los 60 del siglo XX esta variedad sería tenida en cuenta por primera vez por la Comisión Nacional de Estimación y Expertos en Frutales dentro de la lista de variedades de cultivo autorizadas en los viveros. No obstante la introducción de nuevas tipologías más acordes con los gustos del consumidor hizo que prácticamente desapareciera su cultivo comercial, tan sólo algunos agricultores locales mantenían ejemplares en sus huertos como el recuerdo de un frutal autóctono.
Para evitar su desaparición el Ayuntamiento de Cehegín propuso en 2006 a la Consejería de Agricultura de la Región de Murcia un proyecto encargado de promover un estudio con la finalidad de poner en valor esta variedad e intentar desarrollar una industria local diferenciada. La consejería encargó al IMIDA la elaboración de un proyecto regional de I+D, que se puso inmediatamente en marcha. En Febrero de 2006 se redactó dicho proyecto con una duración prevista de 3 años. Ese mismo mes se recibieron en el IMIDA 9 árboles seleccionados considerados distintos por los técnicos de la Oficina Comarcal Agraria del Noroeste, encuadrada en la consejería. Dicho material vegetal se injertó en el laboratorio del IMIDA, en una cámara climatizada, sobre el patrón M 26 y se cultivó en maceta hasta su plantación en una parcela experimental de Hacienda Nueva (IMIDA), ubicada en El Chaparral, Cehegín.
A partir de julio de ese mismo año, momento desde el cual se vienen estudiando todas y cada una de las reacciones de los árboles. Los análisis de ADN realizados han determinado que no existen diferencias genéticas entre el material seleccionado, se trata en los nueve árboles de la misma variedad que, con el paso del tiempo y ambientes desiguales, había presentado alguna diferencia en el fruto, pero con idéntica composición.
En 2008 se pasará a una nueva fase de este proyecto con el injerto y preparación de 3.000 árboles para distribuirlos entre los agricultores de Cehegín con el objetivo de alcanzar una producción mínima de calidad y permitir comercializar el producto con posibilidad de abastecer al mercado. A través de una agricultura limpia y respetuosa con el medio ambiente se pretende llegar a la cifra de 1.000 toneladas anuales. El futuro del Pero de Cehegín o de Alcuza, es la solicitud de la Denominación de Origen.
Propiedades nutritivas y salud
Al igual que ocurre con las demás frutas, el Pero de Cehegín o de Alcuza está compuesto en su mayor parte por agua (más de un 85%) por lo que su consumo resulta refrescante e hidratante. Sus nutrientes más destacados son los azúcares (fructosa en mayor proporción, glucosa y sacarosa) de rápida absorción por el organismo. Se trata de un alimento rico en fibra, vitaminas y minerales.
La fibra aporta acción reguladora del aparato intestinal, que aumenta si se consume cruda y con la piel, evitando el estreñimiento. A su vez, es rica en pectina, una fibra soluble, que actúa ante problemas de deshidratación y es un remedio eficaz contra la diarrea. Sustancias como los taninos (reconocibles por la sensación de aspereza que provocan una vez ingeridos), presentes en la manzana contienen propiedades astringentes y antiinflamatorias. Debido a estas características se consume crudo y sin pelar actuará como laxante, mientras que si es ingerido pelado o rallado con su pulpa oscurecida provocará el efecto contrario, astringencia.
La vitamina E o tocoferol, presentes en el pero, proporciona acción antioxidante, interviniendo en la regulación de las células sanguíneas, así como favoreciendo la fertilidad. Por ello es un alimento que protege al feto de alteraciones genéticas durante las primeras semanas de embarazo, además de prevenir enfermedades cardiovasculares, degenerativas y algunos tipos de cáncer.
El alto contenido en potasio de la manzana aporta una acción diurética, siendo recomendada en pacientes con hipertensión arterial y otras dolencias relacionadas con la retención de líquidos. Además de constituir una sustancia imprescindible para el sistema nervioso y muscular, interviniendo en el equilibrio de agua en la célula.
Otros elementos particularmente importantes dentro de la composición de las manzanas son los elementos fitoquímicos como los flavonoides y quercitina, que aportan propiedades antioxidantes.