La zanahoria o Daucus Carota es una hortaliza perteneciente a la familia de las Apiaceas. Su nombre proviene del árabe Isfannariya, debido a que ellos introdujeron su cultivo en la Península Ibérica. Otro término con el que se reconoce en algunos lugares es Carlota, de origen latino, proveniente de la expresión griega Carrota que significa quemar. Estos últimos también la definían como Philón, amar, ya que veían en ella ciertos poderes afrodisíacos.

Historia y características

Pero la zanahoria tiene su origen en las regiones que forman la actual Afganistán. Los griegos y romanos introducirían su consumo en ciertos países del Mare Nostrum, mientras que los árabes la trasladarían a al-Andalus y de ahí al resto de Europa. No obstante sería bien entrada la Edad Moderna cuando se comenzaría a cultivar en Holanda la variedad que se conoce en la actualidad. En la Región de Murcia su cultivo está dejando paso a otros con una rentabilidad más elevada, obteniéndose aún 860 toneladas anuales.

Se trata de una raíz comestible de color naranja, aunque dependiendo de las variedades, se puede encontrar en otros colores como el morado, con forma esférica o cilíndrica, cuyo tamaño oscila entre los 10 y 25 cm, pesando de 100 a 250 gr.

Nutrición y gastronomía

La zanahoria, al igual que otras verduras y hortalizas, está formada en su mayor parte por agua, pero destacan en su composición por sus propiedades beneficiosas para el ser humano las vitaminas, minerales e hidratos de carbono. Estas sustancias actúan sobre el organismo previniendo enfermedades degenerativas o cardiovasculares, gracias a su acción antioxidante, así como beneficiando los sistemas digestivo o inmunológico, la vista y regulando el desarrollo de la piel o los huesos.

En la gastronomía murciana podemos encontrarla como ingrediente de numerosas ensaladas en fresco o templadas, revueltos de verduras cocidas, completando ciertos guisos tan significativos como las lentejas o a modo de guarnición en platos con carnes y pescados.