El de la lechuga es uno de los cultivos más característicos de la agricultura Murciana, dentro de esta hortaliza predomina sobre todo la variedad "Iceberg" que se produce sobre todo en el Campo de Cartagena, el Valle del Guadalentín y Águilas, la prueba de la importancia de las aportaciones murcianas de este producto en el cómputo total agrícola nacional, es el hecho que el 34% de las lechugas que se comercializan en España proceden de la Región de Murcia.

Orígenes

     El origen de la lechuga no parece estar muy claro, aunque algunos autores afirman que procede de la India, con todo hoy día los botánicos no se ponen de acuerdo, aunque existe un seguro antecesor de la lechuga, Lactuca scariola L., que se encuentra en estado silvestre en la mayor parte de las zonas templadas.

La lechuga en occidente

     Con seguridad si que se sabe que el cultivo de la lechuga ya se encontraba en occidente con una antigüedad de 2.500 años, siendo conocida ya por griegos y romanos. Las primeras lechugas de las que se tiene referencia son las de hoja suelta, aunque las acogolladas eran conocidas en Europa en el siglo XVI.

Propiedades nutricionales y platos

     La lechuga es una hortaliza pobre en calorías, aunque las hojas exteriores son más ricas en vitamina C que las interiores, con todo es un ingrediente indispensable si se quiere llevar una dieta saludable, además de un sabroso ingrediente, tal y como lo pone de manifiesto su presencia en platos como la crema de lechuga o los buñuelos de lechuga y tomate.

Variedades

     Entre las variedades de lechuga destacan:

Iceberg: Este tipo es de cogollos apretados y densos, semejantes a la col; carece casi por completo de sabor, pero goza de amplio uso por su crujiente textura y la facilidad para cortarla finamente. Es la variedad más habitual en las regiones donde no se da naturalmente la lechuga, puesto que puede cultivarse en tanques hidropónicos.

Romana: De cogollo largo, con hojas aproximadamente lanceoladas, estas lechugas son menos gruesas que las de la variedad anterior aunque su grosor también es considerable, además de resultar bastante crujiente. Este es el tipo que nosotros conocemos como "oreja de mulo".

Francesa: Tiene cogollo redondo, hojas finas y textura blanda; su sabor es sutil al tiempo que intenso, es denominada también como "Boston".

Batavia: Similar a la francesa, de cogollo suelto, hojas rizadas y textura mantecosa.