Níscalos o Guíscanos en el monte (a la derecha) [Champiñones y setas]
Níscalos o Guíscanos en el monte (a la derecha)
Propiedades nutricionales [Champiñones y setas]
Propiedades nutricionales

   El consumo de setas por parte del ser humano se remonta a las sociedades recolectoras-cazadoras del Paleolítico y Neolítico, que convivían con estas especies en plena naturaleza, al amparo de abrigos rocosos y cuevas en densos bosques (especialmente en la Región de Murcia y el levante español donde dejaron su huella a modo de arte rupestre).

    La recolección siguió siendo el principal modo de conseguirlas en el primer milenio a.C. por los griegos, así como por los romanos. De los primeros queda la raíz de la palabra hongo, derivada de mico que procede del griego mykes. Las dos civilizaciones aportarían a su gastronomía las setas, además de estudiar y poner en práctica remedios farmacológicos y medicinales conseguidos a través de ciertas sustancias que guardan algunas variedades en su interior. En concreto los romanos le darían el nombre de excrecentia, traducido por carnosidad que sale en animales y plantas modificando su estructura.

    Pueblos de origen celta incluirían en sus rituales la ingesta de algunas especies de hongos con propiedades alucinógenas que, en algunos puntos del mundo, aún se consumen en la actualidad.

    Pero el cultivo de setas llegaría en el siglo XVII y sería Francia el primer país en controlar plantaciones de algunas de ellas.

    Actualmente la producción de setas y champiñones ha experimentado un auge enorme, convirtiéndose en alimentos al alcance de todos los paladares y bolsillos la práctica totalidad de variedades comestibles.

    Propiedades nutritivas

    Debido al alto porcentaje de agua en su organismo, las setas contienen niveles muy reducidos de calorías, aportando 20 por cada 100 gramos de porción contenible.

    En su composición destaca la vitamina B, concretamente B2 o riboflavina y B3 o niacina. También aporta ergosterol que en el organismo se podrá transformar en vitamina D.

    Los minerales frecuentes en las setas son yodo, potasio y fósforo.