La originalidad de la cocina murciana alcanza su punto más álgido con sus deliciosos postres característicos de distintas localidades de la región y consumidos esencialmente en determinadas épocas del año o festividades.

El Paparajote trasciende los límites culinarios para ser un auténtico exponente gastronómico-cultural, sólo comparable con las Tortas Fritas de calabaza o la leche frita con arrope y calabazate. Los Huesos de Santo, característicos de las vísperas de Todos Los Santos, los dulces de boniato, los pestiños o los besos de novia, son sólo algunos ejemplos más de una amplia variedad de postres en la que tanto las materias primas como los modos de cocinar presentan claras reminiscencias árabes.

Pero es sin duda la almendra, principal ingrediente de gran parte de los dulces típicos de la zona, la que permite que la Región de Murcia sea famosa por dulces tan degustados como sus Cordiales, sus Almendrados o su Turrón de Guirlache o sus Almendras Garrapiñadas, bocados que se consumen tradicionalmente en la época navideña y elaborados de forma muy artesana.