Maquinaria y funcionamiento

Al tener su maquinaria intacta podemos admirar sus prensas, eran los engranajes protagonistas en la molienda, así como los destinatarios de la fuerza que se repartía por toda la maquinaria que culminaba en ellas.

Las presas son las protagonistas de las miradas del visitante cuando se adentra en estas construcciones,  por el gran tamaño que las caracteriza y por su emplazamiento habitual en el centro de la sala.

La fuerza que se utilizaba para poder mover esta pesada maquinaria varió con la llegada de la energía eléctrica, que significó un salto cualitativo hacía la mejora y rapidez de la molienda; anteriormente a parte de la utilización del agua como motor, en la zona de Abanilla (al igual que en numerosas regiones), se utilizó la fuerza animal como energía. Se solía atar al mulo o burro tapándole los ojos para que no se asustara mientras se encontraba moviendo la rueda, siempre con la misma cadencia alrededor de la solera.

Otro de los aspectos a destacar son los instrumentos relacionados con el producto final  que aún se pueden observar esparcidos por la almazaras de esta localidad; los embudos, las trejillas o los cántaros que servían por si mismos de medidas, de arroba, de media arroba, que ayudaban al molinero para poder calcular la cantidad de aceite que se sacaba de cada cosecha.