Evolución histórica
Cuando se conforma la Sociedad de Amigos, que tomó el nombre de Casino, en 1876, ya contaba con 152 socios. Sin embargo, el edificio que podemos admirar hoy en día no se empieza a construir hasta 1894 en una explanada del muelle.
El diario El Liberal ya elogiaba a finales del siglo XIX el interés por el edificio del Casino, que se convertiría en un aliciente más para el turismo, aliviando en cierto modo la penuria económica local.
Lentamente el Casino de Águilas se convierte en un centro de reunión y en el promotor de fiestas y bailes en la ciudad, realizándose también festivales al aire libre en una plaza próxima, que estaba cercada por una verja modernista.
Además de la sociedad burguesa local, en su mayoría procedente de Lorca y que se dedicaba principalmente a la actividad minera en la zona, el Casino de Águilas fue visitado por los ingleses establecidos en la ciudad. Éstos eran empleados y técnicos de las compañias de capital británico que explotaban el mineral en la localidad, teniendo en cuenta que allí se encontraba el embarcadero de El Hornillo, desde donde se exportaba el mineral a Inglaterra procedente de Lorca, Almería o Granada. Aunque sus costumbres de tomar el té a las cinco y sus partidas de bridge los aislaba del resto de los socios.
En plena Guerra Civil, el Frente Popular expropia el Casino, convirtiéndolo en Casa del Pueblo. Tras la guerra, el General Franco prohíbe los casinos, así que éste comienza a denominarse Liceo.
En los años 60 y 70 se inicia el declive del Casino como centro cultural, y cuando estaba a punto de convertirse en un edificio irrecuperable, surgió un grupo de comerciantes, que decidieron recuperar el edificio y habilitarlo para asambleas y diferentes actos culturales.
Actividades actuales
En el año 1993 fue cuando se decidió dar un giro realmente importante al Casino, el edificio sería rehabilitado y se cancelarían todas sus deudas. Aumenta notablemente el número de socios pasando de 60 a 500 en solo unos meses.
Las actividades también se incrementan: exposiciones, actividades, conciertos, clases de gimnasia, jornadas gastronómicas, proyecciones de cine, cursos de idiomas, cursos de interpretación y música, seminarios, recitales de poesía, presentaciones de libros, actos políticos, reuniones, asambleas de asociaciones y cofradías, sala de juegos de mesa, así como celebraciones de todo tipo y organización de viajes.
Además el Casino cuenta con una biblioteca de uso público, que responde a las necesidades de formación de los estudiantes, y en él se realizan algunos de los cursos de verano de la Universidad Internacional del Mar.
Pero la actividad más destacada en el Casino de Águilas, ha sido la recuperación de los bailes de carnaval y piñata tan tradicionales en Águilas. Una celebración que en su origen era muy elitista, ya que sólo podían acudir los socios, aunque posteriormente se permitiría el acceso a personas que no estuvieran vinculadas con la sociedad del casino. Esta celebración se convirtió durante la dictadura franquista en el último baluarte del carnaval nocturno.
Personajes ilustres
Uno de los personajes ilustres destacados en la historia del Casino de Águilas fue su primer presidente Don Idelfonso Jiménez Cano, padre de D. Máximo, secretario del Ayuntamiento y promotor de la obra.
Otros socios importantes fueron: Francisco Álvarez Moreno, jefe de la Milicia Nacional Aguileña; Enrique Parra Osorio, alcalde de gran prestigio o el actor aguileño Francisco Rabal.