Pinturas Rupestres de los Abrigos del Pozo

Figura I: Esquematización humana ancoriforme. El motivo responde al tipo denominado ancoriforme, por cuanto que la figuración humana se ha reducido a dos trazos, uno central y vertical que indica el tórax y miembros inferiores, y el otro curvo sobre el extremo superior del primero, para indicar así los miembros superiores. Hasta ahora era una forma ausente en el Levante, si exceptuamos la figuración de Cantos de la Visera II (Yecla), siendo más propia del Oeste peninsular. El trazo vertical está desplazado hacia la izquierda un tercio del espacio. Los tres extremos de los trazos quedan a una altura semejante, levemente desplazada la figura hacia abajo en su lado derecho. Sobre el arco superior; a la izquierda hay un leve trazo de pigmento. Dimensiones: 7,8 cm. de ancho y 5,2 cm. de altura.

Figura II: Esquematización humana. Representa un hombre con brazos en asa sin llegar a cerrar el circulo, con las extremidades inferiores abiertas y gran desarrollo del sexo. A ambos lados de la cabeza salen otros dos trazos arqueados y terminados con la primera en tres delgadas líneas verticales por cada uno de sus extremos. Esta cabeza formada por esos largos apéndices arqueados debe corresponder a un casco o gorro con adornos de plumas. Esta forma de representación humana suele ser conocida como tipo salamandra. La figura presenta aislados pero numerosos descamados de antiguo en la mitad superior El tipo de ornato es semejante a uno del Tajo de las Figuras (calco de Breuil), Mediano (Cádiz), Santo (Jaén), la Granja de Jimena (Badajoz) y Doña Clotilde (Teruel). Esta figura presenta un pigmento diferente y más rojizo en la zona superior. Dimensiones: 12,4 cm. de altura y 5,6 cm. de anchura.

Figura III: Azada. Bajo esta denominación describimos la representación que adquiere la forma de barra arqueada e inclinada unos 450 y cuyo extremo superior gira bruscamente hacia abajo en ángulo recto respecto de la anterior. Podría tratarse de un arma o instrumento de trabajo agrícola más que una posible representación humana. 

La denominación que proponemos indica la funcionalidad de lo representado, ya que debe tratarse de un instrumento, pues va asociada en todos los casos a una figura humana, en este caso el ancoriforme núm. II-2. La parte izquierda de la figura tiene el pigmento diluido, y en el arco que forma la figura tiene restos de pigmento que no parece que vaya unido.

Figura IV: Azada.En el ángulo superior presenta desconchados antiguos.