Figura 13 (Panel II)[Pinturas Rupestres del Abrigo del Pozo]
Figura 13 (Panel II)

Está situado a 9 m. del anterior; con un total de 13 figuras distribuidas en sentido vertical. Queda limitado por una fisura rocosa en la parte superior y el suelo arcilloso, únicamente la figura 5 queda desplazada hacia la derecha del panel.

Figura 5: Azada. Se advierte claramente un repintado con el mismo color oscuro con la intención de reforzar la intensidad de éste, coincidiendo con las siluetas, aunque se advierte una descuidada ejecución. El ángulo superior coincide con una fisura rocosa junto a la que hay un amplio descamado. Dimensiones: 10,9 cm. de ancho, 6,5 cm. de alto.

Figura 6: Azada. Está ubicada en la zona mas alta del panel III y forma composición con las número 7, 8, I9 y 10. Está mas cuidada que las anteriores, el trazo más seguro hace posible una mayor exactitud. El trazo más largo se arquea levemente en el inicio para continuar recto hasta el extremo en el que se estrangula, para dar paso a un abultamiento que vuelve a estrecharse y acaba en lo que podría ser la parte activa del instrumento. Presenta. el pigmento ciertas pérdidas. Dimensiones: 13,8 cm. de altura, 12,6 cm. de ancho.

Figura 7: Cuadrúpedo. La esquematización de este posible cánido viene figurada por un grueso trazo que marca el tronco ligeramente redondeado por el extremo derecho que indica el rabo, en el opuesto parte para arriba un ancho pigmento que indica las orejas. Las cuatro patas se agrupan de dos en dos en perspectiva frontal. Como en los demás cuadrúpedos de los Abrigos del Pozo, es difícil precisar la especie representada. Debe tratarse de un cánido, descartando los animales de mayor porte. Dimensiones: 15,6 cm. de altura; 7,5 cm. de anchura.

Figura 8: Esquematización humana de brazos en asa. Es un trazo vertical ligeramente deformado en el extremo inferior por el soporte calizo. A la izquierda muestra un brazo en asa con una anchura del pigmento que viene a ocupar la mitad del cuerpo. Dimensiones: 19,8 cm. de altura; 7,2 cm. de anchura.

La figura humana de brazos en asa es la más frecuente de cuantos motivos-tipo pueden dividirse las figuraciones humana esquemáticas, en un proceso que va desde las formas más realistas hasta las más esquemáticas. El tipo viene definido por la especial posición de los miembros superiores: la figura humana queda reducida a un trazo vertical donde se alojan la cabeza, tronco y miembros inferiores, en tanto que los superiores se arquean y se unen al tronco con una forma de phi griega que tiende al círculo más o menos apuntado.

Figura 9: Esquematización humana de brazos en asa. Forma pareja con la anterior. Tiene un grueso trazo engrosado en el extremo superior para indicar la cabeza, bajo la cual y a ambos lados, se desarrollan los brazos que se unen por las manos al tronco, en tanto que las extremidades inferiores van unidas en un único y grueso apéndice. 

El esquema tipo con el que se asocia es la figura tipo phi. Es interesante destacar la relación entre ambas figuras a efectos de reconstrucción de aspectos organizativos dentro de estas sociedades prehistóricas. A ello nos ayudan los cuadrúpedos y el instrumento representado, por lo que cabe pensar en una relación de tipo agrícola Esta figura tiene un pigmento en su brazo izquierdo y también otro junto a la cabeza menos intenso y más vivo. Dimensiones: 21,7 cm. de altura; 12,9 cm. de ancho.

Figura 10: Cuadrúpedo. Es semejante al núm. III-7. El que nos ocupa tiene las orejas rectas al igual que las patas. Una de las traseras tiene un leve desplazamiento de color por sobrecarga del pincel, mientras que la otra pata eleva el trazo hasta la rasante del cuerpo. Dimensiones: 12,2 cm. de altura; 4,8 cm. de anchura.

Figura 11: Barra. Es frecuente la representación de barras en el arte rupestre esquemático, formando grupos o completamente aisladas, pero nunca asociadas a figuras humanas y sin detalles anatómicos. Está levemente inclinada y engrosada en la mitad inferior para acabar en punta redondeada, donde el pigmento está mas diluido y menos definido. Breuil interpreta las barras como figuras humanas absolutamente esquematizadas. Dimensiones: 16,2 cm. de altura; 2,5 cm. de ancho.

Figura humana en barra. Del total de los cinco trazos sencillos, uno de ellos podría tratarse de una esquematización humana. El resto hay que considerarlos como instrumentos de producción, como así se ha recogido en una reciente publicación.

Figura 12: Azada. Está compuesta por un trazo muy inclinado que acaba en un pequeño apéndice en el tercio superior. Dimensiones: 10 cm. de altura; 4 cm. de ancho.

Figura 13: Esquematización humana de brazos en asa. Al contrario que la figura III-9, también de brazos en asa, en la presente el grueso del pigmento se localiza en la mitad inferior; en tanto que brazos y cabeza tienen una anchura menor del pigmento. Los extremos de los brazos tienden hacia una forma apuntada. Está asociada a la figura III-14. Dimensiones: 13,8 cm. de altura; 9,5 cm. de ancho.

Figura 14: Azada. Es semejante a la núm. 6, aunque el cuerpo principal es totalmente recto. Advertimos igualmente la diferencia entre la parte activa del instrumento y el brazo.

Figura 15: Esquematización humana de brazos en asa. Ha perdido parte del pigmento que corresponde al brazo derecho y parte del tronco. Del izquierdo parte una línea horizontal que podríamos interpretar como un instrumento u objeto que podría tener relación con las núms. 16 y 17. Dimensiones: 16,4 cm. de altura; 11 cm. de ancho.

Figura 16: Barra. Está situada en la parte inferior de la figura humana anterior y entre ésta y el cuadrúpedo 17. Tiene un apéndice curvo en el tercio superior derecho. Está desconchada en algunas partes. Dimensiones: 9,8 cm. de altura; 2,9 cm. de anchura.

Figura 17: Cuadrúpedo. De todos los animales representados es el único que camina hacia la derecha. La figuración está resuelta de forma semejante a las otras del mismo panel. Dimensiones: 13,4 cm. de altura; 5,8 cm. de ancho.