Procedencia: Yacimiento prehistórico de Molinos de Papel, Caravaca de la Cruz (Murcia).

Material/técnica : Marfiles; técnica en estudio

Cronología: Intervalo 2040- 1880 cal BC


2 Piezas cónicas.

8 cm de altura, 16 cm de diámetro

Las piezas aparecieron a la altura del hombro derecho, boca abajo, con la parte basal hacia arriba, y parcialmente superpuestas al puñal y al punzón de metal que también formaban parte del ajuar del enterramiento. Debieron ir engarzadas en el vestido de la persona inhumada, posiblemente sobre el pecho o en los hombros como adorno de la prenda que ésta vestía en ese momento.

Pieza prismática triangular.

8 cm de longitud,  4 cm de alto, y unos 3 cm de grosor

A la altura del radio izquierdo se encontró la pieza, ocupando una posición más o menos intermedia entre los dos brazos El uso de la pieza habría sido la de adornar la prenda que vestía el cuerpo inhumado.

Pieza prismática triangular.

8 cm de longitud, 4 cm de alto, y unos 3 cm de grosor

La pieza se encontraba con la cara superior inclinada hacia los pies del esqueleto y su ubicación original sería a la altura del pecho izquierdo El uso de la pieza habría sido la de adornar la prenda que vestía el cuerpo inhumado.

Pieza  prismática triangular.

2,70 cm de longitud,  1,5 cm de alto y 1,5 cm de grosor

Constituye el objeto de marfil de menores dimensiones y fue localizado entre los huesos de las costillas, aproximadamente donde debería haberse encontrado la cintura pélvica, que nunca llegó a localizarse. Al hallarse descontextualizada su ubicación original no puede ser confirmada. El uso, al igual que los demás marfiles sería ornamental.

2 placas prismáticas triangulares

8 cm de longitud, 1,5 de altura, 1,5 cm de ancho

Objeto hallado junto al codo derecho, una barra junto a la otra. Este tipo de objetos se ha interpretado en varias ocasiones como preformas destinadas a la elaboración de botones prismáticos simples. Sin embargo, tales barras prismáticas podrían constituir artefactos en sí mismos, usados como elementos de adorno de ropajes, con la diferencia de que se sujetarían al vestido pasando el hilo por encima de ellas, y no a través de perforaciones oblicuas convergentes en la base.

Juana María Marín Muñoz