Aparecen escasos pavimentos hechos con un mortero grueso en mitad de la nave central. En cambio en la capilla y en el ábside hay pavimento de opus signinum de dos capas de mortero de 20 centímetros de espesor.
Las techumbres, según los paralelos estudiados en otros lugares, debieron ser de madera, ya que no ha aparecido resto alguno de tejas.
Los elementos ornamentales y decorativos son los más importantes de la Región de Murcia en el contexto cronológico enmarcado. Los objetos encontrados son: celosías, fragmentos de cancel, plintos, restos de fustes de columnas y de capiteles, tallados a bisel. Los motivos ornamentales son de tradición tardorromana de origen oriental, norteafricana aunque hay pervivencia de tradición ibérica, sobre todo en la cerámica.
Dichos objetos se encuentran en el Museo Arqueológico de Murcia.
Las celosías presentan decoración calada en el centro con reticulado de cuadros apuntados, grandes triángulos que convergen en los vértices centrales y grupos de ovas separados por bandas verticales. También se encontraron fragmentos de fustes decorados en toda su superficie, con adornos en relieve con motivos de círculos concéntricos yuxtapuestos y en el centro se esculpe una roseta simple y otra sencilla. Se localizó también parte de un capitel de columna corintio con tres coronas de hojas de acanto con fuertes nervaduras y hojas palmiformes. Todos estos elementos ornamentales parece que fueron fabricados en talleres próximos a la obra.
Los materiales cerámicos hallados en las excavaciones parecen documentar una secuencia cronológica mucho mayor que la que se deriva del estudio de las estructuras; hay cerámica campaniense (siglo II a.C), terra sigillata altoimperial (siglo I d.C), cerámicas tardías con decoración estampada, vasos de vidrio, lucernas paleocristianas aunque la que más abunda es la cerámica alto medieval.