El Arabilejo

El recorrido por la superficie en la que se encuentran las cazoletas muestra una serie de grupos en los que se asocian o aparecen mezclados varios tipos de insculturas: estas pueden ser cazoletas aisladas, de planta circular y de varios tamaños; cazoletas aisladas con doble fondo; unidas por uno o dos canalillos; círculos incisos con una cazoleta en el centro; rectángulos unidos entre si por canalillos y lo que algunos arqueólogos han interpretado por podomorfos humanos.

La cronología de este conjunto es incierta; en las cercanías hay un yacimiento de la Edad del Bronce, al que probablemente esté asociado. Además en lo que parece una constante en esta zona, está en las proximidades de un abrigo con pinturas rupestres, el Canto de la Visera.

En el caso de que estos tres yacimientos (poblado, conjunto de insculturas de El Arabilejo y pinturas de Cantos de la Visera) sean contemporáneos nos encontraríamos ante un conjunto arqueológico de gran importancia, ya no sólo por la existencia de manifestaciones artísticas prehistóricas sino porque es una prueba que documenta la complejidad social de las gentes de la Edad del Bronce, capaces de crear una serie de conjuntos de cazoletas con una significación que hoy en día aun no esta clara pero que sin duda no fue fruto del azar, sino producto de una acción planificada y que respondía bien a observaciones astronómicas, bien a un ritual establecido.

Y si estos yacimientos no fueran sincrónicos, es decir, que cada uno de ellos sea de una época diferente dentro de un lapso de tiempo muy amplio (V-II milenio a.C) documentaría que alguna zonas, por la razón que fuera, mantuvieron durante mucho tiempo cierto grado de sacralización que atraía a sus habitantes y que los inducía a plasmar mediante pinturas o mediante grabados sus inquietudes.