Talla realizada en madera policromada. Tamaño algo menor que el natural.

Se trata de la representación de Cristo en la Cruz. Jesucristo el Hijo del Altísimo dio su vida a favor de la Humanidad, como rescate por el pecado de Adán.

Esta colocado como en  la mayor parte de las representaciones del Crucificado, de frente con los brazos arqueados y con las piernas paralelas, cruzándose a la altura de los tobillos.

La cruz está perfilada en sus cantos y rematada por una chapa dorada que resalta la madera haciéndola más vistosa.

Cristo esta con los ojos cerrados, los párpados caídos, muestra de que yace sin vida. La cabeza se ha desplomado hacia abajo y hacia el lado derecho.

En esta escultura en la que destacan las heridas sangrantes.  De la herida del costado, producida por el soldado romano, brota un abundante chorro de sangre, pero no hay lugar de la fisonomía de esta imagen que carezca de heridas, recordándonos en este detalle las trazas castellanas y renacentistas de Gregorio Fernández.

Es una imagen muy realista, aunque la sangre parece estar pintada a brochazos.

Observaciones

Esta imagen se encontraba en el desaparecido Convento de las Llagas de San Francisco de Jumilla, y estuvo a punto de ser aniquilada en 1835. Asimismo se libró de la destrucción de imágenes de la guerra Civil y en el año 1848 se trasladó a la Parroquia del Salvador donde se encuentra ubicada con un magnífico altar, desde 1952.

Nombre: El Cristo de la Salud.

Objeto: Escultura.

Autor: Atribuido a Ignacio Vergara.

Fecha: Siglo XVIII.

Ubicación: Iglesia del Salvador de Jumilla.