Imagen realizada en escayola. Tamaño natural.

Se trata de la representación de Cristo, clavado en la cruz.

Esta colocado de frente con la cabeza girada hacia el lado derecho. Los brazos ligeramente arqueados, y las piernas se cruzan a la altura de los tobillos, superponiéndose los pies.

Llama la atención los maderos utilizados para formar la cruz. Son cilíndricos, como los que utilizaba Francisco Salzillo.

El rostro de Cristo es sereno, aunque las facciones denotan un intenso dolor. La cabeza esta echada hacia atrás y hacia arriba, al tiempo que se vuelve hacia la derecha. Sus ojos, elevan la mirada hacia el cielo, implorando que su Padre le fortalezca. La boca esta entreabierta.

En la cabeza, la corona de espinas hábilmente hincada sobre las sienes, le produce profundas heridas que sangran hacia abajo.

El cuerpo esta desnudo, un paño de pureza, es la única prenda que viste. Ese paño, es curioso porque tiene un doble nudo. Por un lado, se anuda en el lateral derecho, y luego en el centro.

Observaciones:

Es una imagen de gran importancia desde el punto de vista devocional. Antiguamente se sacaba en procesión el Domingo de Ramos, por la tarde, junto con la Virgen y san Juan, simulando el Calvario.

Es el protagonista de la procesión del Silencio, en la que participaban solo los hombres y a toque de tambor.

Es conocido también como el Cristo de la Huerta, y como el Cristo expirando.

Nombre: Cristo Crucificado.

Objeto: Escultura.

Autor: Talleres de Olot.

Fecha: Siglo XX.

Ubicación: Ermita de Santa Cruz Mahoya (Abanilla).