Talla realizada en madera policromada. Tamaño natural.

Se trata de la imagen de Cristo, una vez crucificado y muerto. No obstante, se trata de una contradicción, ya que está clavado en la cruz y, sin embargo, la lleva a cuestas caminando y con los pies sangrientos por las heridas de los clavos. Otra contradicción es que lleva la señal producida en el costado por la lanza de los soldados romanos, hecho que tiene lugar una vez que Cristo ya a muerto.

De dicha herida brota la sangre de Cristo que prende en forma de cordón hasta el cáliz que sostiene un angelito.

El tema tiene sus orígenes en las representaciones del ¿Lagar místico¿, que, a su vez, arranca de la conversión del Vino en la Sangre de Cristo en la última cena. Este tema aparece en un principio en la iconografía cristiana sin asociación alguna a la cruz. Poco a poco la prensa del lagar va identificándose con los brazos de la cruz y Cristo empieza a aparecer sangrante en una identificación del vino con su propia sangre.

Observaciones:

No tenemos documentación alguna sobre el taller que Nicolás de Bussy tuvo en Murcia.

Por tanto, desconocemos los discípulos que pudo tener, ligados a él por el típico contrato notarial. No obstante, debido a la categoría de dicho escultor, debió de ser un gran taller, pasando por él la mayoría de los escultores en madera de aquel tiempo.

Tiene gran influencia del Cristo de la Sangre, de Nicolás de Bussy, realizado a fines del siglo XVII para la iglesia del Carmen en la ciudad de Murcia.

Nombre: Cristo de la Sangre

Objeto: Escultura.

Autor: Circulo de Bussy

Fecha: Siglo XVII

Ubicación: Iglesia de san Pedro Calasparra