Iglesia de las Agustinas

Talla en madera policromada. Tamaño superior al natural.

San Agustín en vigorosa acción, eleva su mano derecha en la cual por la posición de los dedos debió sujetar algo, quizás una pluma. La izquierda es nueva y, posiblemente, llevase un libro. Tanto el libro como la pluma son atributos que aparecen con el santo en otras representaciones. Bajo los pies de san Agustín dos herejes, colocados diagonalmente en la pena, en complejo juego volumétrico. Uno de ellos agarra con fuerza las prendas del santo. Equilibrando la escena, un ángel niño está junto al báculo y otro, sujeto a la hornacina, vuela con la mitra.

Se representa al santo con indumentaria episcopal. La capa pluvial, capillo y estola imitan tisú de oro, brocado también en oro, y espolinado de seda, con adornos de galón dorado. La túnica va estofada y el roquete con encaje.

 Según Muñoz Barberán, esta inspirada en grabados del obispo de Hipona o de san Jerónimo de Madrid. Salzillo realizador de grandes pasos procesionales aprovechó logros composicionales y espaciales experimentados en este campo para la realización de la escultura que ahora analizamos. De ella tomó modelos, movimiento, ritmo y articulación. Estilísticamente, este grupo, de desbordante vitalidad, está emparentado con piezas coetáneas de Salzillo.

San Agustín fue un eslabón entre la Antigüedad tardía y el medievo, cuando el paganismo retrocedía y las herejías ganaban terreno. Aparece aquí como vencedor de ambos, simbolizados por el herético con libro abierto y el pagano con entrecejo fruncido, cara desencajada y brazos doblados. Guardan cierta relación con Judas y Malco de Salzillo.

Observaciones

Fue ejecutado por Salzillo para el retablo mayor de la iglesia de las Agustinas.

Nombre:San Agustín

Objeto:Escultura

Autor:Francisco Salzillo

Fecha:Siglo XVII. Hacia 1670

Ubicación:Iglesia conventual de las Agustinas (Ciudad de Murcia)