Primer cuerpo de La Catedral
Primer cuerpo de La Catedral
Sacristía Mayor
Sacristía Mayor

Primer cuerpo (exterior e interior) y rampas de transición.

El primer cuerpo de la torre de la Catedral de Murcia se levanta en el espacio que ocupó durante el siglo XV la capilla de San Simón y San Judas, concedida a la viuda de Jacobo de las Leyes.

Cuando en 1519 comienzan las primeras obras de estudio y actuación por parte de los hermanos Florentino esta capilla se sustituiría por la Sacristía Mayor que ha pervivido hasta la actualidad.

En la cara norte de este primer cuerpo figura una inscripción en la que se señala el 19 de octubre de 1521 como día de la colocación del primer sillar de la torre.

El lugar escogido para su construcción queda situado sobre un terreno arcilloso blando, saturado por las aguas de un nivel freático que en el siglo XVI debería estar por encima de la cota actual. Esta problemática hizo que fueran los hermanos italianos Francesco y Jacobo Florentino quienes finalmente se hicieran cargo de los cimientos y el primer cuerpo de la torre, teniendo como máxima el rigor constructivo. Durante los trabajos de cimentación existieron dos bombas extractoras de agua para desalojar el agua que se iba acumulando.

Exterior del primer cuerpo

El primer cuerpo de la torre es de planta cuadrada y presenta sotabanco, estructura y decoración que coincide con los modelos del Renacimiento español, en concreto ornamentación plateresca.

El sotabanco permaneció oculto bajo el suelo hasta que emprendieron las obras de la Plaza de las Cadenas. Se trata de un rebanco de 2,5 palmos de alto por 3 de ancho y actúa como cimiento de la torre.

La decoración está presidida por pilastras de orden corintio, cajeadas y anilladas, de raíz lombarda. Queda marcada por entrelazados de jarrones, guirnaldas, grutescos, instrumentos musicales, escudos, frutas y motivos vegetales, todos ellos empleados en la arquitectura renacentista de la Toscana.

El friso de este primer cuerpo es singular dentro de la historia de la arquitectura ya que es el único que emplea como elementos decorativos liras, interpretándolas con forma parecida a un violín pero sin puente.

Por último los ventanales quedan ubicados en el centro de cada una de las tres caras de la torre. En ellos vemos indicios bramantescos con arcos encuadrados entre fustes y bajo entablamento; florentinos en la organización de un gran arco con otros dos menores interiores con parteluz; y por último influencias de Miguel Ángel y Sangallo en la solución de los apoyos colgados como soporte del antepecho.

Las columnas adosadas de los ventanales portan en sus capiteles figuras con máscaras utilizadas también por Jacobo Florentino en San Jerónimo de Granada. Estos capiteles cuentan con otro rasgo diferenciador, el empleo de volutas invertidas, recurso típico de Jacobo y utilizado con asiduidad en Florencia.

La sacristía mayor

En el interior del primer cuerpo se encuentra la Sacristía Mayor de la Catedral de Murcia. Entre sus elementos arquitectónicos más importantes destacan una bóveda vaída, la bóveda de cuerno de vaca y la portada, realizada a modo de arco de triunfo. Es posible que la obra estuviera terminada en 1539-1540 ya que durante esos años se estaba enlosando el suelo.

También destacar la cajonería, realizada en madera de pino y nogal, iniciada en 1523 posiblemente por Jacobo Florentino y continuada a partir de 1692 por Gabriel Pérez de Mena. Tras su conclusión, en 1689 sufrió un incendio que requirió su restauración. La labor sería llevada a cabo por Francisco Guil, concluyendo las obras en 1712.